"Las horas previas al Sevilla-Roma estuvieron llenas de tensiones"

"Las horas previas al Sevilla-Roma estuvieron llenas de tensiones"
Guido Fienga, CEO de la Roma, a la izquierda de Dzeko. - I. M.
Isabel MoralesIsabel Morales5 min lectura
El pasado 11 de marzo estaba previsto que la Roma viajara a Sevilla para la disputa de los octavos de fina de la Europa League. Por aquél entonces, la crisis sanitaria por el coronavirus ya había estallado y adquirido dimensiones importantes como para regular el tráfico aéreo, pero en España aún no se habían empezado a tomar medidas tan drásticas, que llegarían apenas unos tres días después.

Antes de que la UEFA decidiese la concelación del encuentro, se había barajado la posibilidad de disputarlo a puerta cerrada, como también iba a ocurrir con la vuelta, una decisión que no se entendía habida cuenta del elevado riesgo que suponía disputar un encuentro incluso sin público. Sin embargo, se terminó imponiendo la lógica y se descartó esa medida para el encuentro, primero del Sánchez Pizjuán y después del Olímpico.

Sea como fuere, en la Roma ya tenían decidido, si la UEFA les obligaba primero a viajar y después a jugar a puerta cerrada, cuál iba a ser su respuesta, tal y como ha reconocido el director ejecutivo de la Roma, Guido Fienga, en declaraciones al Corriere della Sera.

"Las horas previas al Sevilla-Roma estuvieron llenas de tensiones. El problema ya había estallado en Italia y éramos conscientes de ello, pero no sucedió lo mismo a nivel internacional: parecía que los italianos eran los esparcidores. Inmediatamente dijimos que no podíamos jugar. Si nos hubiéramos visto obligados a hacerlo a través de un cordón sanitario (llegada al aeropuerto, transporte al estadio y reinicio inmediato), no habríamos aceptado. Afortunadamente no hemos llegado a ese punto", reconoce Fienga, que habla también de sus previsiones con respecto a la reanudación de la competición.

"La formación de deportistas profesionales en Italia está regulada por un decreto ministerial basado en normas de seguridad. Los médicos deportivos dieron indicaciones claras: se necesita un mes de entrenamiento para reanudar los partidos, de ahí la idea de reanudar el 3 y 4 de abril. Sin embargo, las fechas pueden cambiar según la evolución de la emergencia. Por supuesto, antes de comenzar de nuevo, se deben hacer verificaciones en todos los jugadores".

Del mismo modo, el CEO de la Roma pide unidad a nivel internacional para afrontar una crisis que no sólo afecta a nivel médico. "El daño causado por este virus no es solo médico, sino también social. Me refiero a los comportamientos de los egoístas y los inteligentes. Al principio, alguien trató de aprovecharse del más débil en ese momento. Y no solo estoy hablando del fútbol italiano, sino también de las decisiones tomadas por los gobiernos de algunos estados o del comportamiento de algunos empresarios. El fútbol, ??que en Italia es el tercer sector por volumen de negocios, e salvará si jugamos en equipo".

Y para ello, asume que no sólo los jugadores recorten sus salarios, también los directivos. "Aquí debemos asegurar todo el sistema del fútbol, ??hablar solo de salarios es un eufemismo. También podemos hablar del de los altos directivos, entonces. Los jugadores están sensibilizados, no viven fuera de esta emergencia mundial. Todavía no sabemos cuáles serán los valores de los derechos televisivos, los nuevos criterios salariales. Hay muchas hipótesi".

Por último, el alto ejecutivo de la Roma aboga por un plan internacional. "La Unión Europea entendió esto y aflojó las reglas presupuestarias para apoyar a las empresas. El fútbol también tendrá que hacerlo. Lo importante es no buscar chivos expiatorios. El daño total, una vez cuantificado, debe extenderse a toda la cadena del fútbol. O nos salvamos juntos o nadie se salva. Nada será como antes después del coronavirus, el calcio no puede ser una excepción".