Ya lo dijo en su día Julen Lopetegui, llegará un momento de la temporada en que a todos sus jugadores les suene el despertador, y entonces deberán estar ahí para levantarse como un resorte, apagarlo y responder sobre el terreno de juego. Es verdad que Lopetegui ha tenido que recurrir al despertador de Gudelj cuando la cosa se ha puesto fea, pero también es cierto que el protagonista ha respondido con creces.
La presencia del serbio en el centro del campo, junto a Fernando, ha devuelto la solidez y la seguridad a una defensa que había perdido su identidad. Lopetegui ha tenido que renunciar a un perfil de centrocampista más ofensivo para dar su sitio a Gudelj, que prácticamente se incrusta entre los centrales para ayudarles y sacar el balón jugado. El partido que se marcó ayer en Getafe el serbio es de esos que parecen que pasan desapercibidos pero que sin él, sería imposible ganar. Anticipación, orden y practicidad. Gudelj ha apagado su despertador, para bien del Sevilla.