Jugada de
Carlos Fernández, combinación con
Víctor Díaz, centro de éste y remate del propio delantero sevillano. Un gol 'made in
Sevilla F.C.' y que le sirvió al
Granada el pasado sábado para iniciar su goleada ante el Alavés, romper su racha negativa y mantenerse en la pelea por los puestos europeos.
Era el tercer gol del delantero hispalense en
LaLiga, pero el quinto en el que participaba en este campeonato, unas cifras que mejoran todo lo realizado por los cuatro puntas con los que
Lopetegui cuenta en el equipo.
Después de que
Munir, ayer, se estrenara como realizador en el campeonato ante
Osasuna jugando en una posición que no era, precisamente, la de punta nato, son ya cuatro los goles en los que ha participado alguno de los delanteros sevillistas: éste del hispano-marroquí, dos de
De Jong y el de
Chicharito ante el Getafe.
Dabbur, que debutó ayer con un tiro al palo, aún tendrá que esperar para estrenarse en el campeonato.
Cuatro tantos de los veinte que lleva anotados el
Sevilla en 16 partidos, unos guarismos deficientes para un equipo que, pese al empate de El Sadar, sólo está a tres puntos del liderato y que ha tenido que tirar de la segunda línea para sacar adelante muchos de sus partidos.
Mientras tanto, el cedido
Carlos Fernández sigue progresando en su etapa granadina. El delantero hispalense acumula tres goles y dos asistencias en los 690 minutos de juego que acumula en el presente campeonato, repartidos en 14 partidos, en los que sólo en cinco ocasiones ha salido en el equipo inicial. Lo que significa que cada partido y medio que juega -cada 138 minutos- participa en uno de los goles de su equipo.
En Granada, pese a competir por un puesto con
Soldado y con el colombiano
Adrián Ramos, Carlos Fernández se está convirtiendo en un hombre importante para
Diego Martínez y está encontrando la regularidad que le ha faltado en los últimos años. Las lesiones le están respetando y sus goles sólo son la consecuencia de esta confianza.