Se aproxima el nuevo año y con él llega el
mercado de enero, una nueva ventana con la que los clubes tienen la posibilidad de reforzarse de cara a la segunda mitad de la temporada. Sin embargo, no es esa la única opción que se abre a la hora de acudir al mercado en
Europa, sino que existe, también, la posibilidad de empezar a
negociar con aquellos futbolistas que acaban contrato a final de temporada y que, por tanto, desde el 1 de enero pueden comenzar a tratar su futuro como agente libre de cara al 30 de junio.
Ese es el caso, en Nervión, de tres futbolistas de la primera plantilla blanquirroja; todos con mucho peso en los planes de
Lopetegui hasta la fecha: el zaguero
Daniel Carriço, recuperándose de una lesión que le ha apartado de los terrenos de juego en las últimas fechas; el sanluqueño
Nolito, quien se ha ganado un puesto de teórico titular que se resiste a ceder, y el argentino
Éver Banega, faro del fútbol sevillista. Futbolistas, todos, que acaban contrato a final de temporada y a los que el
Sevilla FC, en palabras del propio Monchi, intentará renovar, tal y como el director general deportivo nervionense ha explicado
durante su entrevista con ESTADIO.
Especialmente relevante es el futuro de
Éver Banega, canalizador del juego sevillista y piedra angular del equipo dirigido por
Lopetegui. Un futbolista de una calidad incalculable y muy difícil de sustituir en el mercado, más si la intención es hacerlo a un precio razonable para las arcas del club.
De ahí la preocupación de todos en el
Sánchez-Pizjuán, incluso del propio
Monchi, quien, eso sí,
tiene un plan "secreto" para hacerle ver al argentino que lo mejor para todos es ampliar su vinculación con el
Sevilla FC. Y como muestra, el hecho de que sólo tardara una temporada en volverse, cuando tiempo atrás decidió marchar al Inter de la Serie A italiana.
"Yo, con
Éver (Banega), tengo una relación que va mucho más allá de lo profesional; lo conozco muy bien. Con él, los tiempos siempre son importantes para que él se sienta tranquilo. Cualquier cosa que hagamos, estemos haciendo o vayamos a hacer, será con la mayor discreción posible porque con
Éver, por su forma de ser, que es un tipo que siente mucho lo que gira a su alrededor, es mejor que lo llevemos en secreto", argumenta
Monchi, quien deja claro que su objetivo es renovarlo, aunque prefiere hacerlo en sigilo, por el bien del club.
"Con el
Éver que me quedo yo es con el del otro día (en el derbi), que hizo un grandísimo partido. Nunca he escondido mi cariño hacia Éver como futbolista y dejadme que trabaje los tiempos, el tema, como yo crea oportuno", apostillaba un sonriente
Monchi, sabedor de que no era oportuno desvelar más de la cuenta.
Banega, por su parte,
tiene previsto reunirse con su agente en breve, momento en el que analizará lo que se le presenta. A sus 31 años (cumplirá 32 en junio), maneja la posibilidad de firmar su último gran contrato.
Monchi espera convencerlo antes.