LA CRÓNICA

Dudelange 2-5 Sevilla: Reserva fuerzas y a la vez se da un festín

Dudelange 2-5 Sevilla: Reserva fuerzas y a la vez se da un festín
- Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 7 min lectura
Ahora sí, derbi, derbi y derbi. No hay nada más en la mente de todos los sevillistas. En realidad, ya antes de certificar ayer su pase a los dieciseisavos de la Europa League con rotundidad ante el débil Dudelange, todos aquellos que sienten en blanquirrojo tenían la cabeza en ese duelo cainita que tanta pasión y nervios desata. Por mucho que se hable de olvidar los localismos.

Aunque los profesionales, como es lógico y plausible, tenían que darle el boato que se merece a su competición fetiche y a su partido 200 en Europa. Por mucho que el resultado del sorteo ya anticipase una cómoda clasificación. Luego, había que demostrarlo sobre el césped con seriedad y profesionalidad, la mismas que ha mostrado la segunda unidad de Lopetegui en estas cuatro primeras jornadas, con un pleno de triunfos que nunca antes habían conseguido los sevillistas.

El once del técnico vasco resolvía casi todas las dudas sobre la alineación que compondrá ante el eterno rival. Gudelj se incrustaba una vez más como central y dibujaba un 4-2-3-1 en el que Rony Lopes dejaba la banda para moverse por dentro, de enganche, y Munir partía desde la diestra, aunque en la práctica era un delantero más junto a Dabbur.

Y entre los tres se merendaron al conjunto luxemburgués. Les bastó 45 minutos en su reivindicación particular, alzando la voz para decirle a su técnico que ante la falta de mordiente de su equipo, ahí están ellos, por más que enfrente hubiese un equipo semiprofesional.

Y eso que en los primeros compases, el Dudelange cumplió lo prometido por su entrenador y no se metió tan atrás como en el Pizjuán. Se le veía más metido en el partido que su rival, lanzando rápidas contras, e incluso gozó de la primera ocasión, con una entrada por banda zurda que acabó con el disparo franco de Stolz que despejó Escudero con la cabeza (13’).

Pero una vez que los blanquirrojos -ayer de azul- se adaptaron al maltrecho césped, comenzaron a tocar y tocar para hacerse con el control absoluto del partido, encontrando los huecos necesarios en la defensa local para darse un homenaje.

Primero fue Rony Lopes el que avisó al cuarto de hora, tras un gran pase picado de Munir. Pero el luso, con todo a favor, disparó muy mal. Más acertado estaría el portugués dos minutos después. Pared con Nolito y generoso pase de la muerte para que Dabbur estrenarse su cuenta a placer, con rabia.

Ya no hubo rival enfrente hasta el descanso. El Sevilla se desató cual vendaval y combinaba con calidad para descoser la zaga del Dudelange por dentro. Así llegó un nuevo pase de Rony a Dabbur que el israelí, desde la izquierda, hizo bueno al asistir con calidad a Munir, que marcó en boca de gol, ampliando él mismo la distancia pasada la media hora con un lanzamiento de falta directa.

Pero Dabbur también quería más. Y se gustó con un taconazo tras un nuevo pase de Rony que acabó en las botas de Nolito. El sanluqueño fue quien se revolvió en el área, pero apareció ex del Salzburgo, con hambre, para fusilar y hacer el cuarto. Incluso pudo firmar su ‘hat-trick’ en el 41’, pero su disparo algo escorado, tras un buen servicio interior de Munir, se fue alto.

El que sí llegó fue el triplete del hispano-marroquí, ya en una segunda mitad disputada a título de inventario. Como era previsible, levantaron los nervionenses el pie del acelerador e incluso llegaron dos goles en contra -los primeros en esta Fase de Grupos- que a buen seguro no gustaron nada a Lopetegui, que introdujo cambios y despejó con ello la duda de la delantera de cara al derbi, pues reservó a Chicharito y dio minutos a De Jong para intentar que el holandés se sumase a la fiesta. Pero no estuvo acertado el holandés, que erró en un mano a mano, solo, tras bajar con el pecho un pase de Munir, y cabeceó fuera un córner.

Antes, el Dudelange había salido con brío y rondó el gol con un cabezazo de Schell o un disparo de Bernier. Pero a poco que apretó y volvió a presionar arriba el Sevilla, cayó el cuarto. Fernando, otro de los cambios, robó una pelota y Dabbur se sacó un gran pase, a lo Laudrup, para firmar su segunda asistencia a Munir, que la picó con sutileza ante la salida de Joubert.

Con todo más que resuelto, Sinani, el mejor de largo en los luxemburgueses, maquilló el resultado con sendos disparos desde el interior del área. Una mera anécdota que no deslució la goleada con la que el Sevilla asegura el pase y el primer puesto del grupo, al caer el Qarabag. Deberes hechos, impulso moral y ahora... derbi, derbi y derbi.

-Ficha técnica:

2 - Sevilla: Bono; Pozo, Gudelj, Sergi Gómez, Escudero; Jordán (Fernando, m.61), Óliver Torres (Franco Vázquez, m.51); Rony Lopes, Munir, Nolito (De Jong, m.51); y Dabbur.

5 - Dudelange: Joubert; Bouchouari, Garos, Coobs, Kirch; Klapp (Cabral, m.46), Morren, Bougrine (Schnell, m.46), Bernier; Stolz (Lavie, m.85) y Sinani.

Goles: 0-1, M.17: Dabbur. 0-2, M.27: Munir. 0-3, M.33: Munir. 0-4, M.35: Dabbur. 0-5, M.66: Munir. 1-5, M.69: Sinani. 2-5, M.80: Sinani.

Árbitro: Vihjalmur Thorarinsson (Islandia). Amonestó al local Cools (m.32) y al visitante Jordán (m.56).

Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo A de la Liga Europa, disputado en el Estadio Josy Barthel ante cerca de 3.000 espectadores, algo menos de media entrada. Terreno de juego en malas condiciones.