Inevitablemente,
el derbi está en la mente de todos los sevillistas. Pero antes, Lopetegui y los suyos tendrán que afrontar
una nueva cita europea frente al modesto F91 Dudelange. Un encuentro que muchos consideran casi de trámite por la entidad del rival y la ventaja que sus tres victorias en esta accesible
Fase de Grupos otorgan a los nervioneneses, quienes aventajan en seis puntos al tercer clasificado, que no es otro, precisamente, que el campeón luxemburgués.
Fiel a su discurso precavido, Julen
Lopetegui no estará de acuerdo a buen seguro con tales afirmaciones. Pero esto no será obstáculo para que el técnico vasco
vuelva a tirar de su segunda unidad, componiendo un once donde apenas habrá jugadores que repitan en el Villamarín, más allá de los obligados por la falta de recursos para rotar en defensa.
Pero aunque a muchos pudiera parecer que el encuentro de este jueves no es más que una incómoda parada antes del gran partido del año en la capital hispalense, lo cierto es que
se trata de un choque histórico. El escenario no será el más pomposo -apenas caben 8.000 espectadores en el Estadio Nacional Josy-Barthel-, pero significará el
enfrentamiento número 200 del Sevilla en Europa, un hito al alcance de muy pocos.
Mucho ha llovido desde el
debut en estas lides, hace ya 62 años. Fue en el viejo Nervión, el 19 de septiembre de 1957, en la primera ronda de la Copa de Europa y
con el Benfica como rival. Los goles de Pahuet, Antoniet y Pepillo (3-1) dejaban la victoria en la capital hispalense y comenzaban a escribir una gloriosa historia que esta semana será
bicentenaria.
Aunque ha habido que esperar al
siglo XXI para vivir la explosión definitiva de un equipo que puede presumir de ser
uno de los diez con más títulos en el Viejo Continente, con seis: cinco Europa League y una Supercopa de Europa. Una trayectoria repleta de momentos épicos que le permite ser, además, el decimoprimero en el actual ranking de la UEFA.
Noches como la del gol de
Palop en Donestk, el cabezazo de Mbia en Mestalla, la tanda de
penaltis en el Euroderbi o, por supuesto,
el gol de Antonio Puerta al Schalke, quedarán grabados para siempre en la memoria colectiva del sevillismo, que tiene tatuado a fuego también las diez finales disputadas y el nombre de las ciudades donde levantó al cielo su gloria europea:
Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Turín, Varsovia y Basilea.En el recuerdo de los más veteranos quedan otras gestas menores ahora como
la remontada al PAOK en Nervión, a comienzos de los ochenta, o
el golazo de falta de Davor Suker en El Pireo, a mediados de los noventa. Y es que, en el siglo pasado, el Sevilla sólo disputó 30 de sus 199 encuentros continentales, llegando ahora a las puertas de su bicentenario gracias a una trayectoria que le ha llevado a estar presente en las
competiciones europeas en 15 de las últimas 16 temporadas.En total suma
136 encuentros en Copa de la UEFA/Europa League, 52 en Copa de Europa/Liga de Campeones, 5 de Supercopa de Europa, 4 de la extinta Copa de Ferias y 2 en la Recopa. Una cifra que hoy se elevará a 200, teniendo asegurados dos partidos más en esta Fase de Grupos y, salvo sorpresa mayúscula, otros dos en la ronda de dieciseisavos.
Su balance, además, es más que positivo, pues ha firmado
107 victorias, 41 empates y 51 derrotas. O lo que es lo mismo, un elevado
74% de encuentros invicto. Datos que le convierten por derecho propio en un de los grandes del continente. Un equipo bicentenario.