Salió
cedido el verano pasado para disponer de la continuidad que necesitaba para seguir progresando a la espera de que se lo permitieran las lesiones que le habían impedido mayor protagonismo en el primer equipo nervionense. Una oportunidad que
Carlos Fernández ha maximizado a pesar de que los problemas físicos han vuelto a frenarle en varias ocasiones en Riazor, lo que el Deportivo ha acusado de forma considerable, pues
el ariete de Castilleja de Guzmán está resultando clave en el rendimiento del club gallego.
Así las cosas,
Carlos Fernández, reflejo de los galones adquiridos en la plantilla, lanzó el penalti que le dio a los deportivistas en el alargue un triunfo crucial contra el
Mallorca. Con este gol, el punta cedido por el
Sevilla, suma un total de
ocho goles, todos en el campeonato liguero, en los que sólo ha podido disputar
21 partidos por mor de las lesiones. Así, el punta promedia un gol cada 216 minutos y es el
segundo máximo realizador deportivista por detrás de
Quique, con 16 goles y un tanto cada 180 minutos. Tras un comienzo espectacular, llegó el calvario físico, que ya condicionó su continuidad hasta la última fase del campeonato, en la que suma cinco titularidades consecutivas con un saldo positivo de tres victorias, un empate y una sola derrota.
Durante la temporada,
Caparrós ya dijo en varias ocasiones que contaría con él en el próximo proyecto nervionense y
Monchi maneja por ahora la misma idea, a la espera lógicamente de lo que diga el nuevo entrenador. El de San Fernando, al menos,
cuenta con él para el Sevilla 19/20. Bien merecido.