LA PREVIA

Sevilla F.C.-Real Betis: La Pasión según Sevilla (toma dos)

Sevilla F.C.-Real Betis: La Pasión según Sevilla (toma dos)
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 7 min lectura
Llega el día, más señalado si cabe por ser en puertas de la Semana Santa, inevitable referencia para analizar lo que, de todas formas, trasciende a lo deportivo. Un duelo cainita que, como los últimos, debe seguir transcurriendo en Paz y que ya conoció días, incluso, más grandes que este Sábado de Pasión, donde La Misión de unos y otros será sumar tres puntos en El Encuentro que llevaría al eterno rival a la Calle de la Amargura, bien por decir adiós o, como poco, alejarse del objetivo.

Los nervionenses estarán al Amparo de su gente y en busca de La Corona de la rivalidad, como unos heliopolitanos que persiguen Remedios para los males heredados de su reciente irregularidad y el Desconsuelo que significaría despedirse del sueño europeo. Para ellos, la Esperanza sigue viva, pues enlazar dos alegrías sería una Bendición. El Dulce Nombre del triunfo no ya por Amor a unos colores, sino por la consolidación de un proyecto que podría acabar Cautivo de los resultados con apenas dos años de vida.

Unos Dolores que todavía se pueden evitar en esta ciudad dual, como con aquel 3-5, a la sazón el precedente más cercano en Eduardo Dato y que fuera Divino Perdón para el siempre cuestionado Setién, que no se cansa de pedir simbólicamente Clemencia para su ideario, fruto de esa Concepción vistosa y protagónica del fútbol que, para que cale en una afición tan fiel como exigente (que se deja la Salud por sus colores), necesita del refrendo de los resultados.

Esta noche, toca una Entrada por la puerta grande que corroboraría el buen momento del Betis, Despojado de más contingencias que la duda de Canales en busca de la Victoria y consciente de que no hay Buena Muerte posible en este tipo de partidos, que bien te llevan al Subterráneo, al Silencio y Desprecio de propios y ajenos, o bien te llenan de Gracia y Esperanza para la recta final de LaLiga. No hay más camino que el de Las Penas y la Amargura o el Socorro de un triunfo que ejerza de Estrella a la que seguir hasta la línea de meta.

En el anfitrión, se acabaron las Tristezas y las Aguas volvieron felizmente a su cauce con Caparrós, sin más Penas hasta la fecha que la derrota ante un igual como el Valencia, un Doloroso traspié que obtuvo enseguida la Redención ante Alavés y Valladolid para que el Abandono de la carrera por la Champions quedase atrás. Los tres puntos otorgarían a los nervionenses el Soberano Poder de definir su propio futuro, sin depender de la Caridad de los otros contendientes por la cuarta plaza, que deberían dejarse unidades por el camino.

Ambos entrenadores, moderadamente ambiciosos, han apelado a la Humildad en el Buen Viaje que les espera hasta el tercer fin de semana de mayo, cuando todo acabará de una manera u otra. También en blanquirrojo, miles de Almas se dejarán la voz para que sus jugadores hagan lo propio con la Sangre en la Encarnación de una comunión que suele suponer que un club goza de buena Salud.

Con el retorno del 'hijo pródigo', Monchi, otro Dulce Nombre para los oídos sevillistas, no se mitiga del todo todavía la Angustia que implicaría volver a quedarse fuera de la máxima competición continental. Porque no habría seguramente Misericordia ni Paz para Castro y los suyos si la Sed de gloria del sevillismo no halla Consolación y Refugio en un derbi últimamente esquivo. Sucumbir otra vez en casa frente al Betis se llevaría La Palma en la nómina de desdichas imaginables, una Lanzada sin Piedad para un proyecto condenado entonces a ir de Cabeza no ya hacia un Buen Fin, sino hacia el fracaso.

La Regla de oro en estos casos, el mejor bálsamo posible, sería ganar. Importa poco en estos casos jugar como los Ángeles o mal si acontece la Victoria y, con ella, la Exaltación de una alegría máxima, de un Rosario de emociones que, de paso, provocaría el Descendimiento verdiblanco, quedando los de Setién a Merced de otros para una Coronación ya harto complicada, un Valle de lágrimas en una orilla y la Pasión desbordada en la otra.

El ansia común reside en evitar ese Calvario, seguramente Sentencia en caso visitante, conservando la Esperanza de que las Angustias y el Mayor Dolor viajen al otro bando, aferrándose al Gran Poder de llegar a la recta final con mando en plaza. Con toda Sevilla honrando ya a Jesús Nazareno y en la multitudinaria Soledad del Sánchez-Pizjuán, la temporada se decide en noventa minutos. Está en la Concepción misma de lo que es un derbi. El todo y la nada.

Acumular Tres Caídas ante Setién en estos duelos, un Sevilla Descendido a los infiernos de la rivalidad, o la Conversión (en realidad, reconversión) de la dinámica actual en una línea ascendente que, por la Providencia divina o humana, conduzca a la Esperanza. Siempre sale El Sol en esto del fútbol, incluso cuando un equipo Yacente sufre en la Soledad de la tierra de nadie o, peor aún, en pozos y descensos. Sevillistas y béticos quieren esa Resurrección, en los pulsos particulares o en la temporada en general, que les acercaría a sus objetivos a costa, de paso, de que el otro se aleje. Ni más ni menos que la Pasión según Sevilla.


- Alineaciones probables:

Sevilla F.C.: Vaclík; Jesús Navas, Mercado, Carriço, Escudero; Roque Mesa, Banega, Gonalons, Sarabia; Ben Yedder y Munir.

Real Betis: Pau López; Mandi, Feddal, Sidnei; Tello, Guardado, Carvalho, Junior; Canales, Lo Celso y Jesé.

Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité Las Palmas).

Estadio: Ramón Sánchez Pizjuán; 20:45 horas (Movistar+ Partidazo).