Diferente lucha, misma necesidad

Anda el Valladolid envuelto en la lucha por conseguir la salvación con el presupuesto más bajo de Primera división, algo que se antoja clave para el proyecto de crecimiento que ha traído consigo Ronaldo, y que, en parte, se vería frenado en seco con un descenso de categoría.

Y eso se debe, fundamentalmente, a las carencias en ataque que el equipo ha venido sufriendo a lo largo de toda la temporada, reforzándose en enero la vanguardia con un Sergi Guardiola que, se espera, vuelva a ser el del curso pasado en el Córdoba, aunque por ahora no ha dado muestras de ello. Por ello, Sergio se ha venido surtiendo por dentro de hombres como Óscar Plano, Toni Villa o Alcaraz, encargándose Leo Suárez, también, de romper las líneas cuando ha estado sobre el campo.

El ataque vallisoletano, pese a ello, suele desarrollarse por las bandas más que por el centro; especialmente jugando a la contra. Sobre todo por la izquierda, aprovechando la velocidad y la llegada de Nacho -ausente hoy-. En el centro, hombres como Alcaraz o Míchel juegan una labor más defensiva, aunque sin olvidarse de ganar metros. En defensa, optan por una línea férrea en la que brilló durante la primera mitad Calero, ahora en declive. Masip, su arquero, también ha sido clave a lo largo de un curso en el que Sergio ha basado su juego en el 4-4-2, aunque con variantes a lo largo del curso.

El crack: Sergi Guadiola
Tras salirse literalmente la temporada pasada en Segunda división, donde consiguió 22 goles con el Córdoba en 40 partidos, comenzó la temporada en un Getafe en el que apenas gozó de oportunidades, disputando tan sólo tres partidos de LaLiga con el conjunto azulón. Una breve experiencia que le ha permitido llegar en enero al conjunto vallisoletano, donde poco a poco se va encontrando consigo mismo, habiendo firmado un gol y una asistencia en sus últimas actuaciones. Aún, eso sí, le queda demostrar que tiene nivel para Primera.