El Sevilla FC no atendió en su día el ofrecimiento de
Adalberto Peñaranda, a quien el
Udinese acabó sacándole más de
10 millones de euros, y no cometió el mismo fallo cuando la misma agencia de representación le puso sobre la mesa el nombre de
Jorge Carrascal (20), quien apuntaba maneras en Millonarios.
En el club nervionense estimaron que el centrocampista tenía maneras para romper en Segunda, con el primer filial, y acabar dando un salto al primer equipo en un futuro no muy lejano, por lo que desembolsó 900.000 euros para hacerse con el 80% de su pase. Lo de Carrascal, sin embargo,
no salió bien. El futbolista, de familia humilde, se vio envuelto en
varios episodios de indisciplina y estuvo a punto de que le echaran del club en distinas ocasiones.
Sin remedio aparente,
el Sevilla decidió mandarle a la 'mili'. Es decir, a una fría Ucrania en la que no iba a tener más remedio que espabilar, si no quería despedirse definitivamente de vivir del fútbol. Y
en el Karpaty despertó.
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El pasado verano, el club ucraniano ejecutó la opción de compra estipulada en el préstamo de Carrascal, la cual ascendía a
dos millones de euros, de los que ahora Millonarios reclama 400.000, más el porcentaje correspondiente por el mecanismo de solidaridad.
"Por Carrascal nos deben dinero de Ucrania", ha dicho este miércoles Enrique Camacho, presidente de Millanarios.
El centrocampista llegó este lunes a Argentina para jugar en el River Plate, que pagará
500.000 euros por su cesión y que se guarda
una opción de compra por tres millones, por lo que el Karpaty podría acabar sacándole 1,5.
Sea como sea, el Sevilla, que le llegó a dar por perdido, ya hizo su negocio, gracias a aquella cesión que hizo a Carrascal tomar el camino del fútbol. En sus cualidades, realmente, no había dudas. Ahora, de hecho, hay quienes se atreven a bautizarle ya como
'el Neymar colombiano'.