Cuando el viento sopla a favor y las cosas salen a pedir de boca, todos los jugadores brillan. Al futbolista importante, al 'crack', se le identifica porque destaca cuando al resto le castañean los dientes y son presos de los nervios y de las dudas.
El 'Mudo' es de esos que se crecen en las adversidades. Precisamente Franco Vázquez, un jugador que ha sido acusado muchísimas veces de ser indolente y pasota, es el que dio la cara cuando el Akhisar parecía el 'Dream Team' a ojos de otros compañeros en bajos niveles de confianza.
Todo sin renunciar a su estilo, a esa esencia a la que es fiel. No se pegará una carrera de 40 metros esprintando, pero cuando agarra la pelota es muy difícil quitársela. La protege como pocos, tiene un amplísimo abanico de recursos técnicos y siempre sabe como ganar metros y avanzar. Si no encuentra el fácil, rompe líneas con conducciones interiores como en la jugada en la que provocó el penalti del gol del triunfo. Ya lo dijo ayer Banega: "Medio gol es suyo". Y medio partido, también.