El
Sevilla se enfrenta el jueves al
Akhisar, un equipo semidesconocido de
Turquía que transita por primera vez por el
Viejo Continente. Hasta su victoria contrapronóstico ante el
Fenerbahçe en la final de la
Copa turca de la pasada temporada, que le dio el pasaporte europeo, su mayor logro había sido su ascenso a la
Superliga en 2012. Desde entonces,
evitar el descenso fue su única meta. Su aventura europea puede acabar precisamente con esa estabilidad, ya que marchan colistas con una victoria en nueve partidos, por lo que se presenta como un rival propicio para que el
Sevilla encarrile su clasificación para dieciseisavos de final de la competición.
Fundado en 1970 tras la fusión de tres clubes, Güne?spor, Gençlikspor y Do?anspor, debe sus colores -verde, negro y amarillo- precisamente a estos tres gérmenes del equipo. E
l Akhisar Belediye Gençlik ve Spor, nombre completo de la entidad aunque en
Turquía se le conoce como
Akhisar, se asienta en la ciudad homónima de la región de
Manisa, una urbe moderna con poco atractivo turístico.
El club,
bastante provinciano según cuentan desde Turquía, destaca por su modestia y por una gestión muy responsable, algo difícil de encontrar en el país otomano. No firma grandes contratos, de ahí la ausencia de jugadores de renombre, pero paga con regularidad. En sus filas cuenta con dos futbolistas con pasado en LaLiga como son el ex del
Betis y del Granada Miguel Lopes y el también exgranadinista
Larsson, quien llegó a España de la mano del Valladolid. El extremo
Adrien Regattin coincidió en el
Toulouse con
Ben Yedder. Esta temporada ha incorporado a
Josué, un futbolista salido de la cantera del
Oporto, que ha jugado en el
Galatasaray y el Osmanlispor entre otros antes de recalar en el
Akhisar para encabezar el proyecto europeo.
El artífice desde el banquillo para que el
Akhisar esté en Europa fue Okan Buruk, quien jugó en el
Inter de Milán, sin embargo, después de meter al equipo en
Europa no continuó en el club. Hace un mes fue reclutado por el
Rizespor, con el que no conoce la derrota en cuatro partidos y al que poco a poco está sacando del pozo mientras su exequipo sigue metido en él.