Viene informando este diario a lo largo de las últimas semanas que no resulta extraño que cada 15 días no haya un ojeador del
Sevilla Fútbol Club en el
Portimao Estadio. Y es que en
Nervión le han echado el ojo a
Shoya Nakajima, un centrocampista japonés de 24 años que tiene prácticamente enamorado a media Europa, frotándose el conjunto luso las manos con lo que se le avecina en forma de operación.
Y es que el internacional japonés se ha convertido en un auténtico "fenómeno", tanto en
Japón como en lo que al fútbol europeo se refiere, habiendo despertado el interés de varios clubes de
España, Alemania, Italia o
Rusia, además del de un
Shakhtar Donestk que ya ha realizado dos propuestas económicas (la segunda, de ocho millones) que han sido rechazadas por los lusos, que ya han comenzado a contar billetes con el pequeño extremo izquierdo, que también puede desempeñarse por la derecha o como mediocentro.
Tanto, que los
20 millones de euros que marcaba su
cláusula de rescisión hasta hace escasos días parecen ser ya calderilla, lo que ha empujado a los de
Portimao a renovarlo hasta 2022 y, por tanto, elevar también su cláusula hasta los
40 kilos (el pasado 31 de enero estaba fijada en diez millones de euros).
Así lo explica el propio representante del futbolista,
Theodoro Fonseca, a
ESTADIO Deportivo: "Hay muchos clubes interesados, pero acaba de renovar hasta 2022, siendo la multa (cláusula) de 40 millones de euros ahora. Vamos a esperar al próximo mercado y a ver qué pasa".
Unos rápidos movimientos para blindar al diamante nipón que no cogen por sorpresa a nadie en el mundo del fútbol, siendo destacada su actuación en la victoria por 4-2 de
Japón frente a
Uruguay, así como en su último partido con el
Portimonense, antes del parón, en el que
Nakajima participó en los cuatro goles de su equipo (dos tantos y dos asistencias) frente al
Sporting de Portugal. "Shoya no tiene ninguna prioridad por ningún país, quiere seguir creciendo como futbolista.
En Portugal está en la agenda de los tres grandes, pero no pueden pagarlo", apostilla
Fonseca, quien también es uno de los principales accionistas del
Portimonense, club que convirtió en SAD junto a su actual presidente y socio,
Rodiney Sampaio, con quien comparte parte de la propiedad del futbolista. Es decir, una estrecha relación que, por otro lado, explica la facilidad con la que las partes han llegado a un acuerdo para renovar al nipón hasta 2022, doblándole su cláusula.
Borussia Dortmund, Stuttgart, Wolfsburgo y
Eintracht Frankfurt son otros de los clubes que, junto al
Sevilla, ojean al prometedor futbolista, cuya cotización está subiendo como la espuma, lo que, en palabras del propio
Fonseca, dificulta el interés sevillista: "Vamos a esperar, pero no creo que el
Sevilla pague lo que cuesta ahora
Nakajima". En Nervión, pese a ello, seguirán atentos a cómo se desarrolla todo.