Uno de los jugadores que volverán a la disciplina sevillista este verano es el colombiano
Jorge Carrascal, un joven futbolista que firmó hace dos años por el Sevilla Atlético para cinco temporadas y que el pasado verano marchó en préstamo al
Karpaty ucraniano, una vez que una lesión cortara su progresión justo cuando estaba empezando a entrar en los planes de
Diego Martínez.
Habiendo conseguido seis goles y cuatro asistencias en 22 partidos con el
Karpaty, el internacional sub 20 con Colombia se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la
Premier de Ucrania, donde ha sido pieza fundamental del
Karpaty. Sus buenas actuaciones, sin ir más lejos, empiezan a ser reconocidas, habiendo sido elegido mejor jugador del mes de abril en el fútbol ucraniano.
Esos argumentos explican el interés del
Karpaty por hacerse con sus servicios en propiedad, habiendo entablado ya contactos con el
Sevilla para intentar cerrar el traspaso de un prometedor futbolista que los de Nervión, en su día, contrataron a cambio de algo menos de un millón de euros.
A falta del nuevo director deportivo sevillista, en
Eduardo Dato han recibido de buen agrado el interés ucraniano por el colombiano, que apuntaba a estrella del balompié (en
Colombia ya lo comparaban con
James Rodríguez antes de arribar a España), pero que no cuajó en la capital hispalense por cuestiones varias, entre ellas la grave lesión que sufrió.
Una vida algo azarosa lejos de los terrenos de juego y unos problemas con la justicia que llevaron al club nervionense a temer por el futuro del futbolista, invitaron a la entidad blanquirroja a buscarle un nuevo destino en el que intentar reconducir su carrera como profesional, apareciendo
Ucrania como el destino apropiado. En la órbita, también, del
Dynamo de Kyev, no descartan en Nervión poder hacer caja con el mediapunta, que parece haber madurado en
Ucrania.