La grandeza se interioriza. Circula por la sangre y acelera el latido cuando la realidad se encona para emerger y reivindicar la gloria que ha elevado al
Sevilla a una dimensión donde no existe los imposibles. Porque nunca se rinde, porque cree cuando nadie lo contempla. Y resurge del abismo para protagonizar gestas como la de ayer, brillando como una estrella en el
'Teatro de los Sueños' para eclipsar al
Manchester de
Mourinho y sumar a su historia otra noche más de las que se reviven en un bucle infinito, de la que encumbran en el
Viejo Continente.
No sólo firmó al fin el ansiado pase a cuartos, el primero en el formato
Champions, sino que pulverizó el muro con la conquista de
Old Trafford y una superioridad insultante ante todo un
Manchester United, empequeñecido ante la solvencia integral de un
Sevilla firme, autoritario e impulsado por la efectividad de
Ben Yedder, del 'miarma', eterno ya en la retina blanquirroja. Su doblete, pleno de la rabia, el compromiso y el talento exhibidos por el equipo, sitúa al Sevilla entre los grandes, al Sevilla de
Montella, un genio en las eliminatorias.
Así, el italiano resolvió finalmente el vacío en el carril diestro con el desplazamiento de Mercado a la banda y la entrada de
Kjaer para conformar el eje de la zaga junto a
Lenglet ante un Manchester United con cuatro novedades respecto a la ida por la inclusión en el once de
Bailly,
Fellaini,
Lingard y
Rashford para ganar en corpulencia en la media y en velocidad en tres cuartos.
Físico de elite con la consigna evidente de
Mourinho de ahogar a
Banega y, por consiguiente, las conexiones nervionenses en la gestación en campo propio, lo que de inicio generó una pérdida y amarilla para el argentino y una sucesión de balones largos para sacudirse el ímpetu en el arranque de los 'Red Devils', que en el 2' ya amenazaron con un remate arriba de
Lukaku. Pero el Sevilla no tardó en asentarse y descubrir que una vez superada la primera línea de presión del rival había espacios para desenvolverse, con un
Correa muy activo con tendencia al centro para asociarse con
Franco Vázquez.
El propio '
Tucu' avisó con un cabezazo alto y luego lo hizo
Muriel con un remate desviado tras un robo cerca de De
Gea merced a una presión tan adelantada como coordinada que concluía con un repliegue cohesionado para impedir que hallara fisuras el Manchester, que, a la postre, optaba siempre por apoyarse en el juego de espaldas de
Lukaku.
El
Sevilla guardaba la posición con disciplina, ejecutaba con oficio las coberturas y dominaba el juego aéreo, clave ante la torres inglesas y su insistencia en centros colgados, lo que reducía el peligro local a las galopadas de Rashford o algún robo furtivo, como el de
Fellaini en falta resuelto por
Rico con un paradón. Con el balón, los de
Montella circulaban con criterio, con los apoyos suficientes para plantarse con cierta facilidad en los dominios de
Mourinho, moviendo al
Manchester y generando llegadas, aunque, como siempre, finalizaban con una deficiente definición, como en los dos intentos de
Muriel, uno fuera y otro a las manos de
De Gea.
El colombiano pecaba de impreciso y lo acusaba un
Sevilla que no se le pensaba a la hora de acabar las acciones con disparos lejanos. Faltaba eso, el último pase, una finalización limpia para premiar la seriedad nervionense en
Old Trafford, donde en la primera parte se sintieron más cómodos que los de
Mourinho. Una sensación que se prolongó en la reanudación a partir de salidas rápidas en las que de nuevo careció de una resolución eficaz de
Correa, a lo que respondió el
Manchester con un disparo cruzado de Lingard salvado por
Rico.
Sarabia comenzaba a aparecer y el 'Tucu' se atrevía a encarar pero el
Sevilla continuaba sin disparar entre los tres palos, lo que propició la entrada de
Ben Yedder, dispuesto a reivindicar su rol de 'míster Champions' y de convertir en realidad el sueño de los sevillistas con tres toques: control, posicionamiento y ejecución a la red con un remate de 'killer'. 0-1 y aún disponía de más pólvora, la justa para elevar al Sevilla a los cielos con el 0-2 con un cabezazo en el segundo palo. Éxtasis nervionense y también oficio para gestionar el epílogo tras el tanto de
Lukaku. Sin descomponerse. Con ocasiones para el tercero. Y una autoridad sólo al alcance de los grandes en un escenario como
Old Trafford. El
Sevilla lo es y lo ha demostrado cuando los agoreros ya lo enterraban. Como sólo saben hacerlo los gigantes de Europa.
- Ficha técnica:
Manchester United: De Gea; Valencia (Mata, m.76), Bailly, Smalling, Young; Matic, Fellaini (Pogba, m.59); Lingard (Martial, m.76), Alexis, Rashford; y Lukaku.
Sevilla: Sergio Rico, Mercado, Kjaer, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Banega; Sarabia, Vázquez (Pizarro, m.87), Correa (Geis, m.89); y Muriel (Ben Yedder, m.71).
Goles: 0-1, m.74: Ben Yedder.
0-2, m.78: Ben Yedder.
1-2, m.84: Lukaku.
Árbitro: Danny Makkelie (HOL). Amonestó a Rashford (m.93), del Manchester United; y a Banega (m.5), Ben Yedder (m.78), Correa (m.88) y Sarabia (m.90), del Sevilla.
Incidencias: partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio de Old Trafford (Manchester), ante 74.000 espectadores, aproximadamente. El Sevilla se clasifica para cuartos de final por un marcador global de 1-2.