Guido Pizarro lleva ya casi seis meses en
Sevilla, tiempo suficiente para conocer hasta qué punto es importante para esta ciudad el derbi que
Sevilla y
Betis disputarán el 6 de enero en el
Ramón Sánchez-Pizjuán, el primero de la temporada y primero también que vivirá el argentino... si es que consigue sobreponerse a la amenaza que se cierne sobre él de cara a la visita al estadio de Anoeta.
El mediocentro blanquirrojo está con cuatro tarjetas amarillas y, por lo tanto, deberá extremar precauciones en la cita contra la
Real Sociedad; ya que, en el caso de que fuese amonestado el miércoles, cumpliría ciclo y se perdería por sanción su primer duelo cainita.
Esta hipotética baja, además, llegaría cuando
Pizarro está más asentado en el once de
Berizzo. Ya se hizo fuerte junto a Nzonzi y, con el castigo al pivote francés, ha pasado a ser una pieza indiscutible para el 'Toto'.
No en vano, desde el 30 de septiembre, el ex de
Tigres ha sido titular en los 14 partidos que ha jugado el
Sevilla entre
Liga y
Champions, acumulando en ellos un total de 1.246 minutos de 1.260 posibles. Sólo se ha perdido los últimos 14' en Valencia, al margen de 150' de los 180' de la eliminatoria copera frente al Cartagena.
Así las cosas, no parece muy factible que se reserve para el
derbi, máxime cuando ya lleva aguantando cuatro jornadas consecutivas apercibido.