Traer
un tercer delantero y un lateral zurdo del nivel han sido, sin lugar a duda alguna, los dos principales quebraderos de cabeza de
Óscar Arias y, seguramente, sus dos
asignaturas pendientes.
En el ataque, es conocido que director deportivo del Sevilla esperó hasta última hora para tratar de hacerse con una oportunidad de mercado, si bien, de tanto apurar, se le escaparon
Carlos Bacca, Stevan Jovetic y Lucas Pérez, no viendo después provochoso aceptar alguno de los muchos ofrecimientos que llegaron, como el de
Luuk de Jong (PSV).
En cambio, lo de buscar competencia para
Sergio Escudero le llevó muchas más horas de trabajo y dolores de cabeza, surgiendo por el camino decenas de problemas que empujaron a Arias, finalmente, a hacerse con
Lionel Carole en calidad de cedido. El francés no era la opción A, ni la B. Ni siquiera la C ni la D, pero todo tiene un porqué.
La idea de hacerse con
Jordan Amavi venía de antiguo, desde la época de Monchi. Berizzo deseaba un lateral que tuviese
manejo con ambas piernas, para facilitar su juego interior o una posible aparición en el lateral diestro para dar descanso a
Mercado, y Arias lo vio claro, también porque el
Aston Villa está en la Championship inglesa y le había prometido salir. Cuando se anunció un principio de acuerdo, el Sevilla se echó atrás, al detectar
riesgo en su rodilla derecha, en la cual había sufrido una lesión de
ligamento cruzado.
Fue un contratiempo que, unido a que
Antonio Luna -el primero que se tanteó, antes de llegar Berizzo- se había cansado de esperar, llevó al director deportivo blanquirrojo a tirar del programa interno de scouting y de agenda. Fue entonces cuando el nombre de
Guilherme Arana (20 / Corinthians) comenzó a ganar fuerza. Las primeras intentonas, no obstante, fueron en vano y Arias recordó uno de los jugadores que le habían ofrecido días antes: el de
Jetro Willems (23 / PSV). Se trataba de un jugador en el que también pensó Monchi en su día y que encaraba su último año de contrato, por lo que podía llegar a Nervión a cambio de unos
cinco o seis millones de euros. El problema es que, cuando Arias se decidió, Willems ya se había comprometido con el
Eintracht de Francfort.
Berizzo, que
deseaba a Mauricio Isla como lateral diestro (el chileno estaba dispuesto a adelantar su boda con su novia española para conseguir el pasaporte y jugar en el Sevilla) y que vio cómo el club se decantaba por
Corchia, desechó el ofrecimiento de
Nicolás Tagliafico (25/ Independiente), al estimar que no se ajustaba a lo que exige su sistema (es más un David Castedo que un Escudero).
Ante la intransigencia del Coritinhians por Arana, el Sevilla pensó en comprar un lateral izquierdo sólo si tenía nivel y proyección. En caso contrario, tiraría de una cesión, con la idea de intentar de nuevo en el futuro fichar al brasileño. En ese contexto apareció
Marvin Zeegelaar (27 / Sporting de Portugal), quien hasta ahora no ha jugado ni un solo minuto con el
Watford, en la Premier League. Pese a que corre el rumor de que el José Castro no autorizó su llegada por la presión que ejercieron algunos aficionados desde las redes sociales, la realidad es que el presidente sólo se negó a traer a Zeegelaar cedido cuando fue a firmar y
aparecieron una decena de agentes con el mandato del futbolista. Para evitar problemas dijo “no”, también empujado por el deseo del Sporting de incluir una cláusula en la que le prohibía, si ejecutaba la opción de compra, traspasárselo en un futuro a sus dos máximos rivales, Benfica y Oporto.
La ‘versión B’ de Zeegelaar era
Lionel Carole (26 / Galatasaray), aunque antes de firmar su préstamo Arias realizó una última intentona por Arana, también fallida, y puso sus ojos en
Adam Masina (23 / Bologna), ya con el cierre del mercado a la vuelta de la esquina. El Sevilla llegó hasta los
8,5 millones de euros para intentar llevarse a un lateral con enorme proyección, pero el Bologna, que no deseaba venderle,
exigía 13.
Al final, llegó Carole.
“Es la oportunidad más grande de mi carrera”, dijo en su presentación. Desde luego, puede dar las gracias. Se alinearon todos los planetas para que acabara en el Sevilla.