El flamante director deportivo del Sevilla Fútbol Club,
Óscar Arias, se encuentra junto al equipo en
Japón, donde el plantel blanquirrojo se realiza un stage de pretemporada en el que ya prepara la ronda previa de la
Champions que los de
Nervión afrontarán en poco menos de un mes, estando aún a la espera de conocerse su rival.
Una cita vital en la que el conjunto sevillista se juega la primera 'final' de la temporada, pendiendo del pase a la máxima competición continental a nivel de clubes, también, gran parte del presupuesto. De ahí que
Eduardo Berizzo y su cuerpo técnico no cesen en su empeño de tener configurado su equipo cuanto antes, destacando del primer amistoso de pretemporada, el pasado lunes frente al
Cerezo Osaka, el poder ofensivo de los suyos, estando aún por apuntalar una retaguardia que se ha visto desguarnecida con la marcha de
Adil Rami al
Olympique de Marsella y del fichaje frustrado de Jordan Amavi para el lateral izquierdo, teniendo en cuenta que el adiós de
Mariano Ferreira a Turquía ha sido suplido ya con
Sébastien Corchia.
Y es que el 'Toto' sólo cuenta para el centro de la defensa con
Nico Pareja,
Daniel Carriço (con historial de lesionas a tener en cuenta) y Lenglet, amén de un polivalente
Mercado que parte como lateral derecho pero que el pasado curso ya demostró con creces su valía como central. Una prioridad, el centro de la defensa, para el que la dirección deportiva sevillista maneja diversas opciones, una vez que
Kurt Zouma, uno de los hombres que más gustaba, haya sido cazado pasando el reconocimiento médico con el
Stoke City, donde jugará cedido por una temporada a cambio de unos seis millones de euros.
De ahí que, lógicamente, sean muchos los nombres de zagueros que llegan a las oficinas del
Sánchez-Pizjuán, siendo el último de ellos, según
Radio Sevilla, el de
Mamadou Sakho, central franco-senegalés de 27 años que pertenece al
Liverpool y por el que los de
Nervión ya se interesaron el pasado mes de enero, cuando acabó saliendo cedido al
Crystal Palace a cambio de algo más de dos millones.
Una opción, la del préstamo, que verían con buenos ojos en
Nervión, aunque no tanto en
Anfield. Y es que los 'reds', a priori, descartan la cesión, deseando colocar al zaguero, con contrato hasta 2020, a un precio de unos
30 millones de euros, su cláusula de rescisión. Cuantía que, lógicamente, se encuentra muy lejana a los números que maneja
Arias para reforzar el centro de la zaga, donde la intención es, a priori, hacerse con dos refuerzos en este verano.