Las dos caras de un éxito irrefutable

Las dos caras de un éxito irrefutable
- F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 4 min lectura
Si el análisis se centra exclusivamente en la Liga, el Sevilla de Sampaoli ha conseguido un éxito irrefutable. Eliminaciones en Copa y Champions aparte, el técnico de Casilda ha conseguido el objetivo marcado desde las altas esferas del club el pasado verano, sellando con una jornada de antelación la cuarta plaza que da acceso a la previa de la máxima competición europea.

El logro no es baladí. De hecho, los nervionenses sólo habían acabado entre los cuatro primeros en 13 de sus 71 temporadas en Primera: una vez como campeón y otras cuatro en segunda, tercera y cuarta posición.

En el presente siglo, además, los sevillistas sólo habían alcanzado esa zona noble en tres campañas dentro de su actual época de esplendor, siendo terceros con Juande Ramos en la 06/07 y con Jiménez en la 08/09, y cuartos en la 09/10, después de que el arahalense fuera destituido y lo relevara Antonio Álvarez.

Desde entonces, ningún otro técnico había instalado al Sevilla en la zona noble del campeonato. Tampoco Unai Emery, lo que ensalza más si cabe los mérito contraídos por Sampaoli, por más que las sensaciones finales hayan sido agridulces.

Y es que, al igual que el balance global arroja un éxito incuestionable, no es menos cierto que al equipo se le ha hecho muy larga la temporada, experimentando un preocupante bajón en este segundo tramo del curso, donde además de pinchar en casa ante rivales a priori asequibles, se ha mostrado timorato a domicilio, firmando su última victoria lejos del Pizjuán en febrero, ante el eterno rival.

Un Sevilla de dos caras, al fin y al cabo, como se encargan de demostrar los números. No en vano, hasta el ecuador del campeonato, Sampaoli y sus pupilos hicieron creer al sevillismo que el sueño de ganar la Liga era posible.
En ese momento, los nervionenses eran segundos en la tabla con 42 puntos, sólo uno menos que el líder, el Real Madrid, y siete más que el cuarto, el Atlético, con una espectacular media de 2,2 puntos por encuentro, fruto de trece victorias, tres empates y tres derrotas, y un balance goleador de 42 tantos a favor y 25 en contra (+17).

Nada que ver con los guarismos de la segunda vuelta, en cuya clasificación parcial, a falta de un partido, el conjunto blanquirrojo está lejos de los mejores, siendo actualmente décimo con 27 puntos, tras siete triunfos, seis igualadas y cinco derrotas, por lo que en el mejor de los casos sumará 12 menos que en la primera vuelta. La punta, en este caso, se aleja además a 19 unidades, pues el Barça suma 46, llamando también la atención que el balance anotador haya pasado a ser negativo: 22 a favor y 24 en contra (-2).

Números que vienen a respaldar las sensaciones agridulces con las que en Nervión van a despedir la temporada, aunque el análisis global no puede ser más que positivo. De hecho, si gana a Osasuna, el Sevilla de Sampaoli sumará 72 puntos, uno más que en la 06/07 con Juande, y firmará la segunda mejor campaña de la historia en Liga, sólo por detrás de la 14/15, en la que alcanzó 76 con Emery.