Un jugador menos en el minuto uno, un inmediatamente posterior
tanto en contra,
una sustitución gastada a las primeras de cambio... La acción que acaba con
la expulsión de Nico Pareja está dando mucho que hablar. ¿Hubo penalti sobre Piatti? ¿Debió mostrar sólo amarilla, en caso afirmativo? ¿Qué vio Vicandi Garrido exactamente? ¿Existe una conspiración para impedir que el Sevilla gane la Liga?
Seguramente, lo último nunca lo sabremos, pero el resto sí se puede aclarar, analizando las imágenes.
La clave está en que, poco después de señalar la pena máxima y mostrarle la roja al zaguero argentino, el trencilla le dice a Mariano Ferreira y Sergio Escudero, con
un gesto inequívoco, que pita porque
Pareja empuja a Piatti (imagen 1). En dicho caso, la nueva normativa insta al colegiado de turno a
expulsar al infractor, ya que sólo se ha quitado el
doble castigo (penalti y roja) en el caso de que el defensa derribe al rival
en la disputa del balón. Y en este caso, al tratarse de un presunto empujón por detrás, no la hubo.
Sin embargo, como se aprecia en la segunda captura,
en ningún momento el central nervionense empuja a Piatti, al que, simplemente
le pone la mano en el hombro izquierdo (agarra, para algunos; la posa, para otros), tirando de él, si se quiere, pero nunca haciendo fuerza para que el ex de Estudiantes cayese hacia adelante.
La cuestión no es si debió ser roja o no (debió serlo, en el supuesto que imagina el árbitro), sino
si hubo penalti o no. Y, desde luego, el empujón que señaló Vicandi no existió y, a partir de ahí,
la expulsión es injusta. Ése fue
el verdadero error del árbitro vasco.