Siempre está cuando se le llama

Siempre está cuando se le llama
Iborra fue autor de dos goles en la remontada del Sevilla F.C. en Pamplona. - F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 1 min lectura
Quizás no sea ese superclase que enamora por su fútbol asociativo. Incluso se dio por hecho que no tendría sitio en los planes de Sampaoli. Pero si algo tiene Vicente Iborra es ese carácter competitivo que el técnico argentino ha sabido aprovechar, dándole su merecido sitio cuando la ocasión lo requiere.

Sin Nasri ni Vitolo, el técnico sevillista no dudó en darle una camiseta de titular al de Moncada, por delante de otros ´jugones´. El escenario y el rival invitaban a esa decisión, e Iborra respondió con su habitual trabajo en la medular, al que unió, pese partir más atrás, ese alma de ´killer´ que tan bien supo exprimir Emery.

Primero acudió al rescate al filo del descanso, topándose con el palo tras un acrobático remate y siguiendo la jugada hasta hacer el 1-1. La fortuna, en cambio, no le acompañó en un intento de despeje que puso de nuevo por delante a Osasuna, pero sólo dos minutos después sacó su carácter para mostrarse de nuevo letal en el área contraria, esta vez de cabeza. Él se lo guisó y él se lo comió. Y el Sevilla bien que lo disfrutó.