Mientras que la ciudad de
Sevilla se prepara para ‘
El Gran Derbi’ de mañana martes, un ex sevillista como
Aldo Duscher sigue su vida ligada al fútbol sin olvidarse de los de
Nervión. Tanto es así que el argentino estuvo hace tan sólo unos días en la capital hispalense para beber del Amateurismo de su compatriota
Jorge Sampaoli. Una cita que el otrora pivote entendía obligada como parte de su formación como futuro entrenador. “Hablé con
Monchi, y él me concertó la posibilidad de analizar el entreno de
Sampaoli. Fue muy bien;
Jorge es muy buena persona”, explica a
ESTADIO Deportivo el antiguo centrocampista de
Deportivo,
Racing,
Sevilla y
Espanyol, entre otros, que sueña con hacerse cargo de un vestuario cuanto antes y que tiene a
Sampaoli como uno de sus principales referentes en los banquillos: “Estoy terminando la fase de preparación y viendo entrenadores. Ahora también he quedado con el
Cholo, para verle dirigir el
Atlético de Madrid. También había pensado visitar a
Pochettino (
Tottenham), pero me comentó que sería complicado, que tenían la agenda muy apretada y que con la
Champions las semanas son más cortas”.
De ahí que no dudara en pasarse por el
Sánchez Pizjuán, después de haber estado unos días en
Lisboa, donde también siguió muy de cerca las evoluciones del
Sporting de Portugal de
Jorge Jesús. “Estuve dos días en
Sevilla, ya que mi señora no la conocía.
Monchi me hizo el contacto con
Sampaoli, y todo excelente. El
Sevilla ha fichado muy bien y tiene un míster con muy buen pie. Ha sido un cambio muy grande, pero tienen un gran entrenador. Los dos primeros rivales con los que les tocó lidiar (
Real Madrid y
Barcelona) fueron muy difíciles; necesitará un tiempito para que la idea agarre, pero estoy seguro de que la temporada irá bien”, asevera
Duscher, quien reconoce que a él “siempre” le “gustó”
Sampaoli, desde los tiempos que dirigía a la selección de
Chile: “Es un entrenador que utiliza varios sistemas de juego y que depende del rival. No es aburrido; no utiliza un único dibujo... Entiende el fútbol como un juego de ajedrez. Lo importante es tener un equipo equilibrado; ésa es la base, y el
Sevilla la tiene, con muy buenos jugadores además”.
Y es que el ex nervionense, aunque no olvida su vida como futbolista, ya piensa como un experimentado entrenador: “Hace dos años que me retiré y ya tengo formado mi cuerpo técnico. Mi segundo,
Fernando Quiroga, y dos ‘profes’. Dejé de jugar en
Grecia. Eran muchas lesiones y, al estar sufriendo en el campo, decidí dejarlo. Llevo un año y medio de preparación, haciendo cursos y formándome. Ahora, toca empezar a moverme. Te tiene que gustar ser entrenador; si no... Con
Sampaoli estuve resolviendo un par de dudas que tenía antes de verlo trabajar; técnicamente lo hace muy bien”.
Un futuro míster,
Duscher, que desea seguir los pasos de
Sampaoli y
Simeone, comenzando su carrera en
Suramérica. “La idea es arrancar en
Argentina, aunque nunca se sabe. Acá, en
Europa, están más adelantados, pero uno necesita experiencia”, explica el otrora sevillista, quien mantiene una estrecha relación también con Marcelino García Toral, quien “no tuvo suerte en el
Sevilla” y con quien “habla de seguido” por teléfono.
Agradecido a
Monchi por haberle facilitado el contacto con
Sampaoli, reconoce que “tampoco” se fue “muy bien” de
Nervión. “En el último momento, fui apartado, junto a
Chevantón. Me habían prometido la renovación en el primer año, pero nunca se dio. Entonces, se rompieron las relaciones”, explica
Duscher, quien considera que el de
San Fernando, pese a ser alguien muy importante dentro de la entidad, “era un trabajador del club” y, por tanto, “no tuvo culpa de nada” a la postre. “No fue lindo terminar como terminamos. En el
Sevilla no fueron de frente conmigo, sino siempre por detrás. No me gustó aquello, pero fueron cosas de arriba. Hablé con
Monchi y con
Del Nido, el presidente, y les pregunté qué era lo que pasaba. No les debió gustar que preguntara y se rompieron las relaciones. De jugar siempre durante el primer año a no ir ni convocado... Algo muy raro, algo de arriba”, rememora el argentino, quien, pese a ello, entiende ahora que, “cuando uno está del lado del jugador, ve muchos inconvenientes”. Por eso, prefiere pasar página y seguir al Sevilla como un aficionado más mañana: “Ojalá ganemos”.