El mediocentro creativo es una especie en extinción. Quedan ya pocos, por lo que en el mercado alcanzan un precio muy elevado, sólo para las posibilidades de los más poderosos.
Monchi lo sabe bien, de ahí que no desaprovechase la ocasión de llevarse a
Éver Banega a bajo coste. Podría haber sido incluso con la carta de libertad bajo el brazo, pero el
Valencia no quiso dársela cuando supo que iría a su nuevo máximo enemigo.
Seguramente, los jugadores de este corte han ido desapareciendo por la tendencia moderna de valorar más al que más corre. A los
'cerebros' ya no se les exige sólo que piensen. Ahora también tienen que implicarse sin balón tanto como los demás. Quizás es algo que no ha entendido aún
Deulofeu y que sí ha interiorizado
Banega. Los números no engañan: ante el Barcelona, el '19' fue el jugador que
más balones recuperó (10), junto a
Aleix Vidal. Y empieza a ser costumbre. Con el catalán, Vidal, Navarro, Vitolo e Iborra empata también en
tackles por partido (2); y con
Krychowiak, en número de tarjetas amarillas recibidas (11). Implicación.
Los detractores de
Banega defendían que es algo "lento" para jugar en el
Sevilla, obviando que el que debe ir rápido es el balón y que él lo mueve con más precisión que nadie. Es veloz de mente y eso, por ejemplo, le permite ser el futbolista nervionense que hace
más regates (1,8 por partido), por delante de 'gambeteadores' natos como Deulofeu (1,6) o Reyes (1,4). ?
Si esto se le suma a que nadie da
más pases por partido que él (44,3), que tiene una precisión muy alta (82,2%) y todo lo que genera con el cuero en los pies, se entiende que sólo
Bacca (31) haya participado en más partidos de
Liga que él (28).