Un golazo de Fernando Torres, en el minuto 72 de partido, sentenció el triunfo del Atlético ante Las Palmas (3-0) y terminó con el 'síndrome del 1-0' que atenazaba a los rojiblancos en los últimos combates.
Porque ese ha sido el principal problema de los de Diego Simeone en el comienzo del nevo año. Y el culpable de que se dejase media liga en el envite ante el Girona. El Atlético marcaba el 1-0 y le temblaban las piernas. Se echaba atrás.
No fue así ante Las Palmas, el partido en el que el esloveno Jan Oblak cumplió cien encuentros en liga con los madrileños con un Metropolitano, al comienzo, indiferente, tras la eliminación de Copa del Rey a manos del Sevilla.
Porque el Atlético está sufriendo la cuesta de enero. Bajo los efectos del síndrome del 1-0, el que no le permite atisbar algo mejor que ese pírrico resultado. Torres, con su golazo, que significaba el 2-0, despejó esos fantasmas y el Wanda pudo llegar al final del encuentro sin las angustias de otras ocasiones.
Una buena ocasión del propio Torres, que cruzó en exceso un balón, y un magnífico remate de tacón de Antoine Griezmann que se estrelló en el larguero de Chichizola, constituyó todo el bagaje ofensivo de los de Diego Simeone en el primer acto.
La indiferencia se fue tornando en impaciencia a medida que transcurrían los minutos en la segunda mitad con el marcador en empate a cero. La ansiedad se apoderaba del público y parecía que también de los jugadores rojiblancos hasta que irrumpió Griezmann.
En el minuto 60 recogió un magnífico pase de Juanfran desde su propio campo, se recorrió el otro medio y batió al portero de Las Palmas en su salida con un toque sutil. Era lo que el estadio necesitaba. Fue entonces cuando estalló la grada. Cuando se recordó la derrota del eterno enemigo ante el Leganés. Incluso Griezmann brincó, casualidad o no, al grito de "madridista quien no bote es, es".
Los minutos posteriores al tanto fueron los mejores del Atlético y de la afición, que había soltado la angustia del empate a cero. Faltaba por saber si los locales volvería a cometer el mismo error que contra el Girona. Si darían por bueno el 1-0 y los tres puntos, sin más.
Un espectacular tanto de Fernando Torres (minuto 72), tras otro contragolpe del Atlético, cambió el guión del partido ante el Girona. El gol sentenció el encuentro justo cuando Thomas Partey se preparaba desde la banda para saltar al terreno de juego. El "Niño", con su diana, lo retrasó.
El 2-0 ponía justicia a un mejor juego del Atlético en la segunda mitad ante un equipo, el Las Palmas, muy frágil en defensa y sorprendido cuando los 'colchoneros' imprimieron velocidad y verticalidad a su estilo.
Hasta el final, el Metropolitano disfrutó de la victoria y de los tres puntos, que colocan al Atlético con 46, seis más que el Valencia, su inmediato perseguidor en la tabla de clasificación. Incluso Vitolo gozó de unos minutos al final, en sustitución de Fernando Torres, que se llevó la ovación de la tarde.
La fiesta era ya total y la terminó de redondear Thomas Partey con el tercer tanto (minuto 87) que cerraba una goleada. Tras un comienzo ramplón, el Atlético se reencontró con el triunfo, la tarde que destruyó el síndrome del 1-0, y de paso, cerró un aciago mes de enero en el que quedó fuera de la Copa.