El ciclismo está atravesando uno de los mejores momentos del año con la temporada de clásicas de primavera. Ya pasó la Milán-San Remo que conquistó Jasper Philipsen, el primero de los cinco grandes monumentos y uno de las carreras más espectaculares del año, y que antes tuvo en la Strade Bianche un aperitivo gourmet en el que Tadej Pogacar arrasó. Sin embargo estas dos semanas están siendo las de Flandes, una sucesión de carreras casi siempre por las mismas carreteras, que culminan en el Tour de Flandes, que se disputa este domingo y en el que Mathieu Van der Poel es el total y casi unánime favorito al triunfo, mucho más tras la caída en A través de Flandes que afectó a Wout Van Aert, Mads Pedersen, Biniam Girmay, y muchos más nombres que estaban llamados a competir con el del Alpecin. Sin embargo hoy se ha conocido una nueva e inesperada baja, la de Arnaud De Lie.
El motivo de la ausencia del joven belga es aún más sorprendente, la enfermedad de Lyme. Se trata de una bacteria que se contrae por la picadura de una garrapata infectada y que al principio de la infección generalmente causa síntomas como sarpullido en la piel, fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Así lo ha anunciado su equipo, el Lotto Dstny en su cuenta de x: "Después de un nuevo chequeo, a Arnaud De Lie le diagnosticaron la enfermedad de Lyme tras de haber encontrado anticuerpos contra Lyme en su sangre. Posiblemente, ya que un diagnóstico de Lyme nunca es 100% concluyente, esta es la razón por la que De Lie no pudo rendir a un alto nivel en las últimas carreras". Tal y como señaló la formación, esta es la causa de que haya estado desaparecido en las recientes citas. Tras lograr un buen décimo puerto en la Oomlop, se vino abajo, y tanto en la E3, como en la Gante-Wevelgem estuvo muy lejos de los mejores. Por este motivo no estará en Flandes, y seguramente tenga que estar más tiempo parado hasta recuperarse al 100%.
Hay que recordar que De Lie es uno de los clasicómanos con mayor proyección del mundo. A sus 22 años ha demostrado ser un esprinter brutal, y aunque tiene margen de mejora en las subidas, su potencia y sus piernas le van a dar muchas alegrías a él y a su escuadra. El año pasado tuvo un final de temporada excelso, ganando el Gran Premio de Quebec y varias carreras belgas, pero sobre todo dejándose ver con los mejores, algo que también estaba haciendo este 2024, dando mucha esperanza de cara al futuro en este momento de la historia, en el que las clásicas son uno de los mayores atractivos del ciclismo.