Francisco Salas4 min lecturaEn el mundo del golf hay muchos torneos conocidos porque son auténticas carnecerías para los jugadores, con greenes imposibles, trampas a lo largo del recorrido y en general con muchas dificultades, lo que suele dar lugar a sorpresas. Y si hay un por antonomasia, ese es el US Open, que comenzó este jueves en Pinehurst con la primera jornada, y en la que a falta de Jon Rahm, ausente por lesión, el protagonismo fue para otro europeo, Rory McIlroy, quien busca ganar un major diez años después, y por lo pronto ha empezado con buen pie.
El norirlandés y Patrick Cantlay firmaron un cinco bajo par y son los primeros líderes, con tres jornadas por delante. Cantlay entregó una tarjeta de 65 golpes, cinco bajo par, fruto de seis birdies por un bogey, mientras que McIlroy logró una primera ronda sin error alguno y cinco birdies. Suman un impacto de ventaja sobre el sueco Ludvig Aberg, con -4 y dos sobre Bryson DeChambeau y el francés Matthieu Pavon. Mientras que no fue un día inaugural positivo para Scottie Scheffler, el jugador más en forma del momento y ganador de cinco torneos en esta temporada.
Scheffler llegaba a Pinehurst tras ganar el The Memorial, pero este jueves no pasó de un modesto uno sobre par. Logró dos birdies por tres bogeys y necesitará remontar si quiere acercarse al -5 de los dos líderes Cantlay y McIlroy. Otros favoritos como Collin Morikawa y Brooks Koepka tampoco tuvieron un día brillante y firmaron el par. Fue un día muy complicado para Tiger Woods, quien entregó una tarjeta de 74 golpes, cuatro sobre par, con seis bogeys por dos birdies. De hecho, una muestra de la crueldad del evento es que solo catorce jugadores consiguieron entregar tarjetas bajo par en este arranque del torneo, el tercer 'grande' de la presente temporada.
Sin la participación de Jon Rahm, por una infección en un dedo de un pie, que le ha obligado a parar porque era "lo mejor para su salud", y no poder luchar por un trofeo que alzó en 2021; la participación española se ha quedado en tres compañeros suyos en el LIV Golf, Sergio García, Eugenio Chacarra y David Puig. El único que estuvo inspirado fue el veterano de Borriol, que está aquí casi de rebote, y fue uno de los 14 que bajó del par, y firmó un uno bajo el mismo, con una ronda sin errores y un solo birdie. Mucho más complicado fue el día Chacarra, quien entregó una tarjeta de 75 golpes, cinco sobre par; mientras que David Puig no pasó de un seis sobre par. El catalán deberá mejorar, pues para estar en los Juegos Olímpicos necesita pasar el corte.