El regreso al Masters de Augusta de Jon Rahm no ha sido el esperado. Separado de gran parte de los jugadores con los que compartía torneos en los últimos años después de marcharse al LIV Golf, el golfista vasco reveló no hace mucho tiempo la añoranza que tenía de poder competir en determinados campos estadounidenses del circuito norteamericano y medirse a determinados contrincantes.
En el Augusta National tenía la oportunidad de hacerlo y, además, lo iba a hacer en el torneo que le encumbró hace un año, pero su actuación ha dejado mucho que desear y bastante hizo con poder aguantar hasta el último día y pasar el corte. El +9 con el que acabó, a veinte golpes de Scottie Scheffler, le ha pasado factura.
Por primera vez desde enero de 2023 sale del podio del ránking mundial. Jon Rahm pasa a ser cuarto tras el nuevo campeón del Masters de Augusta (13.99 puntos), del norirlandés Rory McIlroy (7.65) y del norteamericano Xander Schauffele, que tras ser octavo en este primer 'major' se aúpa a la tercera posición de la clasificación mundial.
El lastre que, en este sentido, significa el LIV Golf, donde no puede sumar puntos para el ránking, no le había afectado hasta ahora, pero Rahm seguirá perdiendo posiciones previsiblemente, en los siguientes torneos, salvo que finalmente se llegue al deseado acuerdo entre circuitos y no haya veto.
El golfista vasco admitía desde el mismo Augusta National que esto le hace llegar más picado al segundo 'major', el PGA Championship que se juega en un mes. "Queda un mes y en ese mes me voy al otro lado del mundo y vuelta, así que queda mucho golf. Ahora mismo, entre comillas, espero disfrutar de quedarme hasta el final del día y luego ya del PGA, esperar a las semanas previas. No sé si prepararme para un 'grande' estando picado es la mejor manera. Tendré que hacer un balance de la semana y luego ya veremos. Físicamente me he encontrado fantástico y eso es algo muy muy positivo para el resto del año", indica un Rahm, al que le hizo, incluso, ilusión tener que esperar unas horas para imponer la chaqueta verde de campeón del Masters de Augusta a Scottie Scheffler.
"No me molesta en absoluto. Es algo que quedará la foto para la historia. Además, si es Scottie -entonces aún no había ganado- será chulo que me la puso él y ahora se la pongo yo, como Tiger y Phil o Nicklaus y Palmer en su día... aunque no es que me compare con ellos, pero es algo bonito que va a quedar para la historia. Quizás ahora pueda pensar que te da un poco de pereza, pero la verdad es que esto sí que es motivación para jugar mejor en la siguiente cita", se reafirma el golfista español.