Estadio Deportivo3 min lecturaEl ciclista danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), favorito absoluto para el triunfo final en la Tirreno Adriático, dio un golpe de efecto en la quinta etapa y rompió la "carrera de los dos mares" con una exhibición impecable y una victoria incontestable, que se preparó a falta de 29 kilómetros de la meta con una escapada que nadie pudo aguantar.
Vingegaard esperó el momento justo. Cinco etapas discretas, dejando el protagonismo a otros, en especial a un Juan Ayuso que la lideró los tres primeros días. Pero cuando llegó el momento de los 'gallos' en un recorrido de 144 km con una subida de 12 km al 6,2% de pendiente media, apareció el mayor de todos ellos con una exhibición de superioridad intratable. Un golpe demasiado duro para la general, que ve cómo el danés acaricia el tridente.
Se lo cocinó a fuego lento junto con su equipo, que le preparó subiendo el ritmo, y no falló en el día clave entre Torricella Sicura y Valle Castellana, en la región italiana de los Abruzos, para completar su quinta victoria de la temporada.
Vingegaard arrebató el danés el liderato que, el día anterior, había asumido el italiano Joantan Milan (Lidl-Trek) y se hizo con la 'Maglia Azzurra' que el español Juan Ayuso llevó desde el martes hasta el jueves.
Ayuso finalizó primero en el primer grupo perseguidor de Vingegaard, que paró el crono tras 3 horas y 28 minutos. El catalán lo hizo a poco más de 1 minuto, en la segunda plaza, y se coloca segundo en la general, a 54 segundos.
El momento clave de la etapa llegó en San Giacomo, el puerto grande de la etapa. A casi 30 km de la meta, el Team Visma subió el ritmo preparando el terreno a su mejor baza. Atacó Vingegaard a falta de 29 km, miró atrás solo una vez, no le hizo falta más... Se supo ganador, se supo sin rival. Coronó San Giacomo con un minuto de ventaja del grupo perseguidor y no cedió ni siquiera en la bajada.
Ayuso se valió del mexicano Isaac del Toro para mantener el ritmo con el australiano Jai Hindley (Bora), que intentó irse en solitario sin éxito. Mientras Vingegaard se paseó sin compañía y amplió su ventaja en los últimos 10 kilómetros, sus perseguidores se conformaban con perder el mínimo tiempo posible.
Este sábado llega la etapa más dura de la edición, con un ascenso de 10,1 km con una pendiente media del 8,1% pero que puede llegar al 12%. Vingegaard lo puede dejar sentenciado.
EFE