El sevillano
Miguel de Toro ha conseguido la plata con la selección española en el Campeonato del Mundo de waterpolo, y a pesar de que al principio lo sintió como “una derrota”, porque se le “escapó el oro”, ha contado a ESTADIO Deportivo que están muy contentos porque se han ganado el pase a los JJ.OO. de Tokio 2020, que era “el objetivo principal”. Además, a su lista de logros se suman un bronce en la Superliga Mundial y también otra plata en el Europeo de 2018.
Pero antes de situarse en la cima, De Toro emprendió el vuelo desde más abajo. “Fue una casualidad, a mi hermano le detectaron una enfermedad en la tibia y tuvimos que nadar. A raíz de ahí empecé a jugar a waterpolo en el pueblo”, expresa, haciendo memoria de lo que ya ve meramente anecdótico.
Después, formó parte del
Waterpolo Sevilla, una entidad que actualmente se encuentra en ‘peligro de extinción’. El hispalense, agradecido con que sea este club el ‘culpable’ del éxito que está teniendo ahora, sigue manteniendo el contacto con sus excompañeros y entrenadores. Asegura que le da “bastante pena de que no sean capaces de financiarse”, y espera que “encuentren un patrocinador”. Está convencido de que finalmente lo van a conseguir, ya que estima que es un club “que realmente se sabe mover y que tiene ambición”. Mientras permanecía en Sevilla, la Federación se fijó en él porque le “vieron cualidades” y marchó con una beca al Centro de Alto Rendimiento de San Cugat (Barcelona), cuando sólo tenía 17 años.
Desde los 20, milita en distintos equipos catalanes y sigue escalando puestos. No hay que olvidar nunca las raíces, pero tampoco hay que dejar de poner la vista en el futuro. Ahora, De Toro ha fichado por el
Barceloneta, un conjunto con bastante renombre. Admite que llevaba “años intentando que se hiciera posible”, al ser un club que se sitúa entre los cuatro mejores de Europa. Expresa que es “un privilegio poder trabajar con ese tipo de equipos”.
Además, está empeñado en demostrar que tiene que estar ahí y pretende “ir a por todas”. Con el conjunto catalán seguirá, de momento, las dos próximas temporadas y espera que le lleguen “éxitos”. Con ellos, Miguel no piensa privarse de nada: “Aspiro a todo, llegar a la Liga de Campeones, a la Copa de España...”.
Teniendo en cuenta toda su trayecoria, el deportista se siente más que satisfecho consigo mismo, y ya no ve tan lejos lo que un día vio a años luz: “Mis sueños se están acercando cada vez más, y estoy preparado para ello”.