Lima, 12 feb (EFE).- El regatista peruano Stefano Peschiera está enfocado en conseguir la primera medalla olímpica de Perú en vela, un ambicioso objetivo cuya ruta para alcanzarlo lo llevará a su país para competir este año en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde aspira a colgarse el oro.
Peschiera, de 24 años, competirá en la clase láser en los Panamericanos sin la presión de conseguir un cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pues ya lo obtuvo el año pasado en el Mundial de vela, donde se convirtió en el primer peruano clasificado para la cita olímpica, como ya hizo para Río de Janeiro 2016.
"Al final los Juegos Olímpicos son una semana para la que has trabajado durante cuatro años. Tienes que disfrutar el camino pero todos esos cuatro años se resumen en una semana", comentó Peschiera, elegido el año pasado como mejor navegante universitario de Estados Unidos, donde ya ha concluido sus estudios de finanzas.
"Creo que puedo llegar con el entrenamiento necesario para pelear por una medalla. Todo dependerá de qué tan bien pueda llegar a esa semana física y mentalmente", añadió.
Para Peschiera serán sus segundos Juegos Olímpicos tras haber acudido a Río, cuya experiencia "fue increíble y muy emocionante". "Fui a la inauguración y lloré de emoción. La sangre te hierve. Las pulsaciones va a mil, más que en cualquier otra competición", señaló.
Sin embargo, no pudo terminar entre los quince mejores como pretendía y eso le llevó incluso a plantearse su retiro de la vela, deporte al que se dedica desde los 7 años.
"Estaba muy desilusionado conmigo mismo, desmotivado. Necesité unos seis meses para recuperarme. Al volver a la universidad, pude distraerme un poco, pensar bien las cosas y darme cuenta que no fue una falta de talento u organización", argumentó Peschiera.
"Entendí que la universidad me limitaba y que en el futuro, cuando la terminara, podía aspirar a algo mejor. Cuesta mucho manejar los tiempos con la universidad y la vela. Soy una persona muy competitiva y trato de ser perfeccionista y disciplinado", agregó.
No era la primera vez que le pasaba por la cabeza dejar la vela, pues en su adolescencia también se desalentó, ya que era más grande que el resto de chicos más pequeños y más rápidos a bordo de sus botes.
"Mi papá me recomendó aguantar hasta los 15 años, ¡y yo ya era bastante grande a los 15! Él me decía que era como entrenar con un paracaídas detrás y que podría aprovechar toda esa técnica que aplicaba para compensar esas diferencias cuando todo el mundo tuviese el mismo, como sucede en las categorías olímpicas", contó Peschiera.
"Y así fue. Al pasar a la clase láser me fue muy bien y fui escalando en mis resultados hasta llegar a los Juegos Olímpicos", apostilló.
Peschiera relató que en la universidad, donde se proclamó cinco veces campeón universitario de Estados Unidos, solo tenía a veces un día para preparar las competiciones mientras que los regatistas profesionales disponían de dos semanas. "Me tocaba viajar a Europa el día de antes, armar el barco y competir", narró.
"El año pasado en Francia no me podía levantar de la cama por la mañana. No daba con el cambio de horario. Estaba muy cansado pero felizmente esa mañana no había viento y se postergó para más tarde", recordó.
Con la universidad ya concluida, el limeño está "cien por cien" centrado en la vela, y en estos días se encuentra en Perú para participar en el primero de los dos torneos clasificatorios para los Panamericanos.
"Los tomo con muchísima motivación. Me alegra que haya mucha mas gente que se sume a este deporte. Si quiero ganar el oro panamericano, tengo claro que debo ser el mejor peruano", apuntó.
Peschiera afirmó que "la preparación es muy dura porque la categoría láser es la más demandante de la vela olímpica, especialmente más que el resto".
"Es una hora con un bote que no va tan rápido, donde el esfuerzo y el desgaste para marcar esa mínima diferencia con el resto de competidores es tremendo", continuó.
Así, Peschiera espera llevar al mayor éxito deportivo la tradición velera de su familia, instaurada por su tatarabuelo, que trajo a Perú el primer velero de la clase "lightning" e inculcada en el velero de madera que todavía sigue utilizando su familia.