El 'Mapfre', ganador de la tercera etapa entre Ciudad del Cabo y Melbourne, tras haberse impuesto también en la segunda entre Lisboa y Ciudad del Cabo, lidera la general con seis puntos de ventaja sobre sus rivales directos: 'Dongfeng' y 'Vestas'.
Volviendo al estado de la moral de la tripulación ha indicado: "Hay que evitar que se relaje demasiado cuando las cosas van deportivamente bien. Todavía queda mucha regata y muchos puntos en juego. Es verdad que las cosas están yendo bien y tenemos que disfrutarlo, pero creo que tenemos una tripulación muy madura, con gente que ya ha ganado esta regata y gente que también la ha perdido, como nos pasó en la edición 2011-2012, y creo que entre todos hacemos una buena mezcla para mantener la cabeza fría y en su sitio".
La parada en Melbourne, donde espera la salida de la cuarta etapa, el 2 de enero, entre el puerto australiano y Hong Kong, es atípica. El barco no puede ser sacado del agua, solo dos miembros del equipo de tierra pueden subir a él para efectuar reparaciones y los alimentos para la tercera y cuarta etapa se cargaron en Ciudad del Cabo por la reglamentación.
"Sabíamos desde el principio", opina Fernández, que esta etapa sería corta, incluso más de lo que finalmente va a ser. Creo que podremos pasar bien sobre la lista de trabajos, hacer un programa corto de recuperación, gimnasio y estar lo más en forma posible. Enfocamos la semana como un extra ya que después el principio la consideramos como una etapa de Ciudad del Cabo hasta Hong Kong".
En cuanto al estado del barco tras la dureza de la tercera etapa, ha explicado: "Por el momento no hemos tenido roturas muy importantes. El equipo de tierra, que aquí son dos personas, está ahora revisando todo el barco una y otra vez, especialmente el mástil, los timones, la quilla, el sistema de la quilla, etc".
"Hemos visto problemas en otros barcos que nos podían haber pasado a nosotros seguro, así que hay que seguir controlando. Y la tripulación todos estamos bien, muy cansados, pero será peor para otros que no tienen dos días extra para recuperarse. Ese es el objetivo ahora", ha concretado el patrón español.
En la séptima etapa entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajai (Brasil), la flota volverá al temible Océano Sur con los límites de exclusión de hielo de nuevo como barrera.
El patrón español considera que en las últimas ediciones e incluso en otras regatas de vuelta al mundo como la Vendée Globe o Barcelona World Race, "los límites de hielo comprometen un poco la competitividad de la regata. Sabemos que se hace por seguridad, especialmente hoy en día que estos barcos son más y más rápidos".
"Somos totalmente conscientes de los peligros a los que nos podemos enfrentar y de que la seguridad es lo primero pero debo reconocer que es cierto que tener una línea tan estricta y al Norte limita las estrategias de los equipos porque básicamente la estrategia es ir lo más al Sur posible, llegar al muro y navegar pegado a él sin llegar a sobrepasarlo", añadió.
Esto lo hace más duro porque te obliga a hacer un gran número de maniobras para mantenerte lo máximo posible al Sur. Es más seguro, por supuesto, pero altera la estrategia. Tácticamente no son etapas tan complicadas porque no es que tengas muchas opciones y tengas que decidir", concluye Fernández.