Santo Domingo, 7 mar (EFE).- La atleta dominicana Marileidy Paulino, que sigue saboreando el doble éxito alcanzado en los Juegos Olímpicos de Tokio, sueña con llegar a lo más alto en París 2024, un reto para el que desde ya se está preparando, según dijo a EFE en una entrevista.
"Me estoy preparando para eso, con la voluntad de Dios vamos a hacer todo lo posible para poder llegar ahí", afirmó Paulino, primera atleta dominicana en subir al podio en dos ocasiones en unos mismos Juegos, con sus medallas de plata en los 400 metros y en el relevo 4x400 mixto.
La velocista, de 25 años, quien ha mostrado un ascenso meteórico en el atletismo, disciplina a la que llegó hace seis años tras abandonar el balonmano, confiesa que "no tenía muchos conocimientos" de Juegos Olímpicos, ya que Tokio fue su primera experiencia.
Pero se muestra agradecida de haberse convertido "en poco tiempo" es "una inspiración para los jóvenes", a los que no tiene dudas de aconsejarles de que "en poco tiempo se pueden lograr grandes cosas".
No estaba pensando en medallas, pero lograrlo "fue muy significativo" para la joven atleta, que atendió a EFE al término de sus entrenamientos matutinos en el Estado Olímpico de Santo Domingo, donde practica dos y tres horas al día, de lunes a sábado.
ES LA INSPIRACIÓN
Por las mismas calles de la pista de atletismo otros jóvenes deportistas se curten a diario en esta disciplina con el objetivo de llegar tan lejos como Marileidy, quien se ha convertido en un referente para todos ellos.
El éxito alcanzado hasta ahora es el resultado de "muchísimo sacrificio" tanto familiar como económico, agregó la doble medallista olímpica, cuyo potencial fue descubierto por su profesor de educación física siendo una niña.
Ahora, está considerada la atleta más importante en el país, aunque para ella hay "muchos" otros con méritos y "todos somos importantes", afirmó con modestia.
De hecho, el ambiente en las instalaciones es de camaradería, el sonido de las zapatillas de los corredores sobre el óvalo se mezcla con las indicaciones de los entrenadores y con las risas de los deportistas, que bromean mientras estiran piernas y brazos tras la sesión de duro ejercicio.
Tras sus hazañas en Tokio, Paulino se alzó en agosto con la victoria en la final de los 400 metros de la reunión Athletissima de Lausana (Suiza), décima etapa de la Liga de Diamante, tras imponerse con un tiempo de 50.40 segundos.
Mientras llega París 2024, la joven dominicana se prepara para otros compromisos, como el Campeonato Mundial de atletismo en Oregón (EE.UU.), en julio próximo, un evento "muy importante" en el que esperar dar lo mejor de sí.
LLEGÓ AL ATLETISMO POR NECESIDAD
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en la vida de la joven deportista, que llegó al atletismo desde el balonmano "por necesidad".
En su casa, cuenta, "no tenía mucho para comer" entonces se le presentó la oportunidad de ingresar a la Fuerza Aérea de República Dominicana, asegurar un salario mensual y formar parte de su cuerpo de atletas.
"Pero ya todo es diferente, la historia ha cambiado", dice sonriendo la atleta, nativa de Don Gregorio, en la provincia Peravia (sur), cuna de reconocidos deportistas, entre ellos el expelotero Vladimir Guerrero, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, del béisbol de las Grandes Ligas.
Paulino también reflexionó sobre la necesidad de invertir recursos en los deportistas, en los que hay que creer antes de los logros, "no después".
CLAMA POR SU ENTRENADOR
También habló sobre su entrenador, el cubano Yaseen Pérez Gómez, quien ha jugado "un papel súper importante" en su carrera "ya que desde cero él ha estado" con ella.
Recientemente, la medallista olímpica apeló al presidente del país, Luis Abinader, para que el técnico pueda obtener la residencia dominicana y así regular su estatus migratorio.
Marileidy dio a conocer que Pérez, además, no tiene un lugar "digno" para vivir ni un salario "justo".
La atleta llegó a escribir en Twitter que si Abinader "no interviene" a favor de su entrenador "el esfuerzo y los resultados obtenidos" en Tokio "habrán sido en vano".
Marta Florián