Fernando Alonso fue de los nombres que más sonó en el arranque de la temporada de Fórmula 1 tras el anuncio de Lewis Hamilton de dejar Mercedes por Ferrari, ya que era el principal nombre de los trece que no tenían asegurado el volante para 2025. El piloto asturiano estaba en el punto de mira de, entre otros, Mercedes y Red Bull, pero se salió muy pronto de los rumores desatados en esos primeros meses asegurando su futuro en Aston Martin.
Los resultados posteriores no han sido los esperados, pero los mensajes de Fernando Alonso, lejos de los de otras épocas, han sido positivos, no en vano augura un gran futuro para la escudería con sede en Silverstone con la llegada de los Adrian Newey, Cardile, etc.
Su apuesta por Aston Martin se ha recordado en un momento en el que su manager, el italiano Flavio Briatore, se ha convertido en el líder y cabeza visible de su antigua casa, una Alpine -antes Renault- en la que corrió en tres etapas. La llegada de Briatore ha revolucionado esta escudería, ha salido el que era su principal piloto de los últimos años, Ocon, y la mayor parte de la cúpula.
De hecho, muchos de ellos ya no estaban cuando llegó y fueron señalados por la caída en picado de Alpine en los últimos años. Briatore no ha dudado en atizar sin piedad a los antiguos dirigentes por haber dejado escapar al mismo tiempo a Fernando Alonso y al joven más prometedor que había entre los jóvenes, Oscar Piastri.
Briatore quiso justificar así que Alonso hubiera elegido Aston Martin antes de Alpine cuando él era el que llevaba las negociaciones. E, incluso, fue más allá y dio un dato que hace ver que la ambición de Williams no ha llegado sólo con el fichaje de Carlos Sainz. "Empecé a hablar con Lawrence Stroll, de Aston Martin, y recibimos una oferta de Williams. A estos les dije: primero pongan en orden su equipo. Al final firmamos con Aston Martin, porque no podíamos llevarnos bien con la dirección de Alpine, de ellos fueron los errores", afirmaba Flavio Briatore.
El veterano ejecutivo italiano tiene claro que ahora todo es muy diferente en ese equipo. Desde que lo llamó Luca de Meo para que se pusiera al frente ha cambiado desde pilotos a motor, además de la forma de trabajar. "Con Luca de Meo, ahora tengo la oportunidad de hacer todo lo que tengo en mente en los próximos 3-5 años. El primer paso fue deshacernos de nuestro motor, que nos costó mucho y no nos aportó nada. Igual ocurre con la caja de cambios, que sólo puede hacer que pierdas carreras. Ahora tenemos una estructura clara y sencilla (...) Quiero ocuparme del panorama general y no estar presente todos los días en la fábrica de Enstone. Todo el mundo sabe que soy yo quien toma las decisiones y pueden ver la luz al final del túnel. Con el motor Mercedes tenemos la base para ganar. Esa es mi misión", avisa Flavio Briatore.