La colombiana Caterine Ibargüen, proclamada atleta mundial del año en la Gala de la IAAF en Mónaco, afirmó, emocionada, que se siente "supremamente feliz" y sobrecogida ante el reconocimiento, añadió: "no puedo hablar".
La antioqueña se convierte en la segunda atleta latinoamericana que recibe el premio, 29 años después del éxito de la cubana Ana Fidelia Quirot. "Dedico este premio a Dios, a mi profesor Ubaldo Duany, que sin él no hubiera sido posible, a mi grupo de trabajo Global, a Colombia entera, a mi familia. Soy supremamente feliz y no puedo hablar", afirmó una emocionada Caterine tras recibir su trofeo. "Colombia es un país que vibra con lo bueno que hace. Se sienten reflejados en que soy una cara buena que muestra el país tan grande que tenemos. El respaldo de Colombia, no sólo aquí, sino en toda mi carrera, es muy grande", añadió.