El germano se quitó de paso el regusto amargo de su última aparición en el circuito, cuando perdió en su primer partido en Múnich ante el danés Holger Rune, que era el 70 del mundo.
En octavos de final en la Caja Mágica se cruzará con un rival, en principio, a su alcance: el estadounidense Sebastian Kora (30) o el italiano Lorenzo Musetti (63).
Cilic no le puso fácil la victoria. El porcentaje abrumador de derrotas en sus enfrentamientos previos, seis de siete, no acobardó al croata, que aceptó los intercambios que le propuso su rival y salió airoso de muchos de ellos.
Con una rotura por bando, el primer set llegó igualado al 4-4. Fue Cilic el que se llevó los dos siguientes juegos y cerró un parcial en el que el saque del germano estuvo lejos de hacer algún daño.
El vigente campeón logró ponerse con ventaja de 3-1 y 0-40 en el segundo, aunque cinco puntos seguidos de Cilic impidieron que adquiriese más distancia en el marcador. La que tenía, y el funcionamiento a ratos -pero qué buenos ratos- de su derecha bastaron para que Zverev se llevase la segunda manga, ante la mirada esperanzada desde la grada de su nuevo entrenador, el español Sergi Bruguera.
El 'break' de inicio en el tercer set puso el partido de cara a Zverev, que mantuvo esa ventaja hasta el final. Cilic se marchó al vestuario tras obtener solo cuatro puntos directos de saque, la llave que tantas puertas le ha abierto en el circuito.
El jugador de Hamburgo, ganador de nueve títulos en 2021, incluido este de Madrid, no ha logrado ninguno en 2022. En el Abierto de Australia cayó en octavos. Antes de recalar en la Caja Mágica había sido cuartofinalista en Indian Wells, semifinalista en Mónaco y sorprendente perdedor en Munich en su debut.