"Muy justillo" de preparación llega Rafael Nadal al torneo de Madrid, en el que prevé "una semana difícil" porque, como explicó el número cuatro mundial este domingo en conferencia de prensa, después de recuperarse de la rotura de costilla que le ha tenido apartado del circuito no empezó a sacar hasta apenas un día antes de llegar a la Caja Mágica.
"De la lesión estoy recuperado, si estoy aquí es porque los médicos han dicho que no había riesgo. Pero en cuanto a tenis y preparación, es otra historia", afirmó el jugador balear, que rememoró las dificultades que tuvo para moverse, dormir e incluso respirar debido al dolor de la fractura.
"No es una lesión importante y sabes que es por un tiempo concreto, y eso ayuda mentalmente, pero no te permite hacer nada", señaló.
Nadal empezó a entrenarse hace dos semanas, la primera solo media hora al día.
Tercer cabeza de serie del torneo, debutará en Madrid en segunda ronda, el miércoles, ante el vencedor del choque entre el serbio Miomir Kecmanovic y el kazajo Alexander Bublik.
"Me quedan días, he mejorado desde el día que llegué, pero va a ser una semana difícil, hay que aceptar que las cosas van a estar lejos de la perfección y, a partir de ahí, luchar", comentó.
"Intento tomarme estos días como una pretemporada, sin pensar que este torneo me viene muy justillo", dijo Nadal. "Empecé a sacar un día antes de venir a Madrid".
Para Nadal, esta reaparición en el circuito no tiene comparación con la que protagonizó en febrero en el Abierto de Australia, que terminó ganando.
"Es muy distinto, llevaba cinco mese sin jugar, pero era una lesión del pie y había hecho trabajo físico y en pista, aunque fuera una hora, hora y media. Luego, lo que pasó allí fue un milagro", afirmó.
Nadal recordó que "quedan tres semanas para París" y debido a su reciente baja ahora tiene que "tomarse más en serio" la preparación.
El ganador de 21 grand slams consideró "muy injusto" que Wimbledon haya vetado la participación de jugadores rusos y bielorrusos, que sí pueden participar en el resto de torneos aunque sin su bandera.
"Es muy injusto de cara a mis compañeros, poco pueden hacer ellos, los pobres. Qué culpa tiene de lo que está sucediendo", dijo, y anticipó alguna posible medida de la asociación de jugadores.
"El gobierno (británico) ha dado una recomendación y Wimbledon ha tomado la decisión más drástica posible. Tendremos que ver las medias que se toman, es una cosa muy injusta para ellos", destacó.
También desveló que a partir de ahora habrá sanciones más duras para los jugadores que den muestras de falta de respeto y "crucen la línea" de poner en peligro a recogepelotas o jueces con el lanzamiento de raquetas u otros gestos antideportivos.
"Las sanciones han sido poco severas en los primeros meses del año, pero unas semanas atrás se envió una carta privada a los jugadores y a partir de ahora las conductas extremas se penalizarán de manera más drástica. Creo que es un movimiento adecuado. Entiendo que se pueda romper una raqueta en un momento dado, pero otros límites no se pueden sobrepasar", afirmó.