Madrid, 29 abr (EFE).- La española Garbiñe Muguruza protagonizó un regreso feliz a Madrid, y sin apenas desgaste, con una victoria en primera ronda ante la australiana Ajla Tomljanovic por 7-5 y 6-2 en una hora y 36 minutos.
La de este viernes fue una doble reaparición para Muguruza: en Madrid, porque el año pasado tuvo que darse de baja en el último momento por lesión, y en el circuito, del que se apartó en marzo en Indian Wells por dolencias en un hombro.
El marcaje de tú a tú con su rival duró hasta el 5-5. Muguruza destapó en el undécimo juego su más variado repertorio de golpes agresivos y rompió el servicio de Tomljanovic, lo que dio paso inmediato a su victoria en el primer set en menos de 50 minutos.
Con 2-1 para la española en el segundo parcial, la australiana se retiró al vestuario acompañada de una asistente y permaneció allí cinco minutos. Regresó con un vendaje en la parte alta del muslo izquierdo y, por lo que se vio a continuación, físicamente mermada. Le correspondía restar y perdió el juego en blanco (3-1).
Las ventajas de 4-1 y de 5-2 de la española fueron seguidas por un último conato de resistencia de su rival. Pero Muguruza aguantó el empuje y al ataque, con un mate incontestable, puso fin al primer capítulo de su paso por el torneo.
La jugadora nacida en Caracas ofreció una excelente impresión de cara a su objetivo de saldar cuentas pendientes con Madrid: pese a haber participado en ocho ediciones previas, los octavos de final de 2018 son su cota más alta. Era entonces tercera del mundo y tercera cabeza de serie, pero cayó ante la decimocuarta, Daria Kasatskina.
En su camino hacia un mejor resultado se encontrará ahora, en dieciseisavos de final, con la ganadora del choque que enfrentará al final de esta jornada a la estadounidense Sloane Stephens y a la ucraniana Anhelina Kalinina. Con la primera está empatada a dos victorias, con la segunda nunca ha jugado.