El estadounidense estaba disputando la primera ronda de la competición cuando su rival,
Dzumhur, se impuso. De esta forma,
Ryan Harrison quedaba eliminado de
Indian Wells en la primera ronda, lo que no gustó al tenista.
A medida que el partido avanzaba ya se vieron los primeros atisbos del carácter de
Harrison cuando pisó y partió una de sus raquetas tras perder un juego.
Al acabar el partido, el jugador se dirigió a su banquillo y lanzó contra el suelo la raqueta con la que había jugado. Acto seguido sacó dos más de sus fundas y las rompió.
De esta forma el jugador acabó con las
cuatro raquetas para pagar la ira de la derrota.