Un joven de 26 años murió
víctima del ataque de un tiburón mientras practicaba bodyboard en la isla francesa de Reunión, en una zona cerrada a la natación, según informaron las autoridades locales. Murió desangrado, ya que
fue mordido en la arteria femoral. Cuando los equipos de rescate sacaron su cuerpo a la orilla solo pudieron confirmar su muerte.
"El peligro que hay en esta zona está señalizado. Se prohíbe bañarse y realizar cualquier actividad dentro del agua, pero las señales fueron arrancadas el fin de semana", apuntó Marie-Lise Chane, teniente de alcalde de la Saint-André, en la costa este de la isla donde esta muerte es ya la octava por ataque de un tiburón que se produce en La Reunión, en el océano Índico, desde 2011 en un total de 20 incidentes similares.
El joven estaba acompañado por algunos de sus amigos, que se encontraban fuera del agua y fueron los que
alertaron a los servicios de emergencia al ver lo sucedido. "Justo después del accidente, los residentes indicaron que un grupo de gente joven llevaba practicando bodyboard durante dos o tres días en este lugar", señaló una fuente cercana a la policía.
El año pasado se registraron
81 ataques no provocados de tiburones a personas en todo el mundo, un 15% menos que en 2015, cuando se llegó a la cifra récord de 98.
Cuatro de esos 81 ataques acabaron con la muerte de las personas que lo sufrieron, según las cifras del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones de la Universidad de Florida (Estados Unidos).