Un ascenso a Primera División estará en juego el próximo partido que dispute la UD Almería. El conjunto indálico aventaja en cuatro puntos al tercer clasificado, al Real Valladolid, por lo que una victoria ante el Alcorcón supondría el regreso del club rojiblanco a la máxima categoría del fútbol español después de siete años de ausencia, marcados por momentos críticos en los que se temió por el futuro del club y, en los últimos tiempos, por la bonanza económica y deportiva de la mano de la nueva propiedad del club encabezada por
Turki Al-Sheikh.
Este sería el cuatro ascenso a Primera en la historia del conjunto rojiblanco, el tercero en este siglo. En los dos últimos ascensos, las estampas son impactantes:
una invasión de campo de todos los aficionados que abarrotaban durante el partido el Estadio de los Juegos Mediterráneos y que buscaban tocar o abrazar, incluso besar, a los jugadores de su equipo.
Estos episodios privaron, en su momento, de poder disfrutar de una celebración convencional con los suyos desde las gradas, a pesar de que, en el ascenso de 2013, se instó a los aficionados a volver a sus asientos, algo a lo que se negó un grupo de aficionados que esperó la salida de los jugadores para invadir el terreno de juego de nuevo.
Llamamiento desde Almería a no invadir el campo en caso de ascenso
Pues ahora, la historia podría ser parecida o incluso mucho peor.
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo a través de fuentes policiales y de seguridad especializada, para el próximo partido estará aplicado el protocolo de partido de alto riesgo
, por lo que
si un aficionado saltara al terreno de juego con ánimo de acometer una invasión de campo, los jugadores automáticamente regresarían al vestuario y no volverían al terreno de juego, tal y como indica el protocolo que indica LaLiga. En ese mismo momento,
se cancelaría y se prohibiría al Almería realizar cualquier tipo de acto o celebración en el césped, por lo que los aficionados tendrían que vivir la fiesta a través de las imágenes de la televisión. Por tanto, la invasión de unos pocos podría chafar la fiesta del resto.
El iluminado que decida saltar, a pesar de todos estos riesgos, se expondría a graves consecuencias por parte de los cuerpos de seguridad. Todo aquel que baje al terreno de juego,
será identificado por la Policía Nacional o la seguridad del estadio, correrá el riesgo de ser retenido y podría recibir una multa que superaría ampliamente la barrera de las cuatro cifras económicas. El invasor se rascará el bolsillo y, quién sabe, si alguna parte del cuerpo.
Una invasión de campo podría echar al traste
la gran celebración que está preparando la UD Almería, que quiere celebrar por todo lo alto el ascenso a Primera División por primera vez desde la llegada de Turki.
Unos actos que podrían dejar con la boca abierta a más de uno y que están preparando sin descanso los trabajadores del club indálico para ofrecer el mejor espectáculo posible a los aficionados de la UD Almería. También hay que recordar que el primer equipo deberá entrenar durante la próxima semana para su último compromiso liguero en el césped del Mediterráneo, por lo que es importante que no se acometa una invasión.