El Almería no comenzaría con buen pie el partido. De hecho, el aliento de los hijos del frío a sus jugadores propiciaron un buen inicio del Burgos frente a un Almería que salvaba las acometidas del equipo local. Fernando tuvo que exigirse al máximo tras una buena jugada individual de Ernesto en los primeros minutos. Babic no pudo parar al extremo del Burgos que logró chutar a puerta.
Sin embargo, el conjunto dirigido por Rubi se supo quitar de encima la presión local y comenzó a encontrar acciones de peligro para la portería de Herrero. Poco tardó Sadiq en encontrar el hueco para poder ser diferencial. El nigeriano recibía la pelota en la frontal y tiró un caño con éxito, algo que terminó siendo un gran pase para un Lucas Robertone que atacó el área desde la segunda línea. Con un disparo cruzado consiguió batir a Herrero y poner el primer tanto del partido en el electrónico, un gol psicológico importantísimo.
Después el Almería tuvo el segundo en las botas de Pozo, tras una jugada calcada a la del gol que remató Samú Costa y cuyo rechace no atinó a acertar el lateral sevillano. Eso sí, poco después despertaría el Burgos en ataque, amenazando el área de Fernando a través de centros laterales.