Aitor Buñuel ha vuelto, y con intención de quedarse en el once titular. Ese, al menos, es el objetivo por el que lucha, y que sólo se antoja del todo probable si Alejandro Pozo, el mejor fichaje del año en la
UD Almería, acaba asentándose como extremo, su posición natural.
Titular como rojiblanco en las primeras jornadas de la Segunda división, una lesión ante la Ponferradina secó su proyección en los esquemas de Rubios, habiendo estado en el dique seco hasta diciembre, cuando volvió a las convocatorias.
Fuenlabrada, Zaragoza, Cartagena... hasta que consiguió volver al once ante Las Palmas, la pasada jornada. Y lo hizo por la puerta grande: titular y disputando los 90' de partido. Las ausencias, lógicamente, también ayudaron a ello.
El de Tafalla se ha perdido diez jornadas por lesión, siendo ahora uno más para Rubi, que en su banda derecha cuenta también con el potente
Pozo. A sus 23 años, Buñuel espera seguir teniendo minutos e ir ganando protagonismo con el paso de las semanas. Acaba contrato el próximo 30 de junio y su futuro dependerá en gran medida de ello. Tanto para renovar como almeriense -no hay demasiadas novedades al respecto- como para ponerse en el escaparate de cara al verano.
Su objetivo a día de hoy es bastante claro: jugar, acumular minutos y recuperar sensaciones perdidas tras tantas jornadas sin participar. Lo prioritario es el colectivo y conseguir el ansiado ascenso a Primera división.
Cabe recordar que
Buñuel firmó por dos temporadas, llegando ahora el fin de su contrato. Su futuro parece bastante incierto, especialmente después de la lesión que lo ha tenido tanto tiempo apartado de los terrenos de juego. De cuál sea su papel a partir de ahora y de cómo aproveche sus oportunidades dependerá mucho. Se antoja, en cualquier caso, complicado. Especialmente si Pozo sigue actuando como lateral, aunque en las últimas fechas ha vuelto a sus orígenes, actuando como extremo.
Alejandro Sáez2 min lectura