El
Málaga, con todo a su favor para conseguir la permanencia por méritos propios, perdió ante el Burgos (01) y tuvo que esperar a que la
Real Sociedad B y el Amorebieta cayeran frente al Huesca y el Cartagena, respectivamente, para seguir una temporada más en
LaLiga SmartBank.El equipo blanquiazul, debido a lo mucho que se jugaba,
salió tenso, presionado, muy atrás y desordenado, ante un Burgos que adelantó líneas e impedía la salida del balón de los locales con
precisión y fluidez.El delantero del Málaga
Álvaro Vadillo tuvo la primera acción para desnivelar el marcador, pero se entretuvo cuando estaba solo delante del guardameta
José Antonio Caro y su posterior centro, para intentar arreglar el desaguisado que había originado, no llegó a su destino.
Fue el primer aviso de un conjunto malagueño que a medida que iban transcurriendo los minutos ordenaba su juego y a los peones, para empezar a merodear con peligro el área rival con la dirección de
Luis Muñoz y el apoyo de
Aleix Febas, Álvaro Vadillo y Pablo Chavarría.El segundo llegó en el minuto 13 con un gol del delantero argentino Pablo Chavarría, al alcanzar un pase del centrocampista Aleix Febas, pero fue anulado por fuera de juego,
tras la revisión del VAR.
El Burgos, sin tensión, tranquilo, defendía el resultado e intentaba romper el dominio del Málaga con algunas acciones rápidas del delantero
Pablo Valcarce, su máximo goleador.El partido entró en un
tiempo de relajación por parte del Málaga, que había bajado el pistón y buscaba recuperar fuerzas, mientras que el conjunto burgalés tampoco aprovechaba las opciones que le ofrecía su rival, algo impreciso en ataque y excesivamente responsabilizado.
El Burgos tuvo su mejor ocasión en el
minuto 39 con un cabezazo al larguero del defensa Zabaco, tras una falta lateral, y cuando peor lo pasaba el Málaga, otro central, frente a un Málaga muy plano y con una zaga titubeante.
El resultado negativo del Málaga todavía le ofrecía una bala, por las derrotas momentáneas del Amorebieta y la Real Sociedad B, pero la imagen en un
estadio La Rosaleda lleno era muy floja.
El Málaga, lento, sin intensidad, estaba a merced del Burgos, que dispuso de varias ocasiones para sentenciar el encuentro. El técnico malaguista,
Pablo Guede, observando el desastre de su equipo, empezó a mover el banquillo para imprimir algo más de velocidad y garra.
Los cambios, con muchos delanteros, como Roberto, Sekou Gassama y Loren Zuñiga, no impidieron que el Málaga siguiese atascado, sin ideas, sin ocasiones, como si no sucediera nada.
Al final, el gol del Huesca a la Real Sociedad B en los
instantes finales dio la permanencia la Málaga.