Dos aciertos desde el punto de penalti y un gol posterior de Gassama permitieron al
Málaga imponerse en Butarque al Leganés por
0-3 y de esta manera dar un
nuevo paso hacia la permanencia en LaLiga SmartBank.
Descartada casi por completo la clasificación para los playoffs de ascenso tras caer la jornada previa, los locales arrancaban una penitencia hasta final de curso donde salvar su honor y terminar lo más arriba posible se presenta como lo único estimulante.
, quien pelea en la parte baja por mantenerse en la categoría de plata del fútbol español. Las urgencias de estos últimos les dieron un plus para llevar la iniciativa del partido en la primera mitad e incluso pudieron ponerse por delante en un buen golpeo desde la frontal de
Antoñito que desvió con acierto Dani Jiménez.
Poco más hubo en una mitad inicial plomiza, de las que no serán recordadas en
Butarque. Así las cosas, el descanso se presentó como la oportunidad ideal para cambiar la dinámica. Y aunque no mejoró demasiado el espectáculo en general, ocho minutos frenéticos sirvieron para justificar la entrada.
Esa fase del duelo, donde se concentró todo casi lo relevante, se inició con un claro penalti cometido por Kenneth Omeruo sobre Antoñito. Asumió la responsabilidad del lanzamiento
Vadillo y puso por delante a los suyos.
Poco pudo durar la ventaja porque acto seguido un buen centro desde la derecha de Nyom lo cabeceó en el segundo palo Arnáiz, encontrándose este con el palo después de que
Dani Martín realizase una buena intervención para desviar el balón.
No tardó demasiado en volver el esférico al área contraria y cuando lo hizo de nuevo Omeruo ocasionó una pena máxima, esta vez por soltar el brazo sobre un rival.
Ejecutó Antoñito y transformó la pena máxima.Si poco tenía por lo que luchar el Leganés, con el 0-2 se desdibujó ya por completo. Sin ideas y con poco juego, acabó encajando además el tercero cuando
Gassama remató a placer una asistencia de Paulino desde el costado diestro. Fue la guinda a un enfrentamiento donde la necesidad terminó por marcar la diferencia, produciéndose la primera derrota en casa de la
'era Nafti'.