No ha sido un debut agradable el vivido por
Natxo González en su estreno como entrenador del Málaga. La contundente
derrota por 3-0 ante el Mirandés deja muy a las claras que queda mucho trabajo por delante si se pretende cambiar la dinámica negativa, que para eso ha venido. De ahí que el vitoriano tire de paciencia. "No podemos perder ni la fe ni la cabeza. Está claro que ha sido un resultado contundente. Llevamos dos días y vamos a seguir conociendo al equipo, tanto a nivel individual como grupal. A ver las debilidades y trabajar para ser cada vez mejores, lógicamente", expresó tras el partido.
La clave, para el preparador malaguista, estuvo en la mayor pegada de los de Miranda de Ebro. "Han sido muy contundentes en los últimos metros. Tienen jugadores con mucho desequilibrio y mucha calidad. Es el tercer equipo más goleador de la categoría como local con casi dos goles de media. No nos ha sorprendido", desveló.
Y claro, todo se puso más complicado aún cuando, ya con 2-0 en contra, se falló una buenísima oportunidad para meterse en el encuentro. "Llegamos al descanso y retomas el segundo tiempo con una situación de Jairo. Ya luego te meten el tercero y es muy difícil remontar. Nuestra idea era meternos en el partido, pero ese tercer gol nos lo ha puesto muy cuesta arriba", enfatizó destacando que les ha dicho a los jugadores que hay que "seguir creciendo a partir de hoy, es como comenzar de cero e ir mejorando".