No son buenos momentos los que vive
Manolo Gaspar al frente de la dirección deportiva del
Málaga. Quizás los peores desde su ascenso al cargo. Y eso que tuvo que lidiar en sus primeros meses con un ERE absoluto a la plantilla que le desgastó lo suyo. Ahora, la afición está contra su entrenador,
José Alberto López, y en el encuentro ante el Ibiza
tuvo que escuchar cánticos dirigidos hacia su persona para que destituyera al técnico.
Una decisión nada sencilla, por motivos económicos y porque fue su primera gran apuesta personal, y que, de momento, no ha tomado a la espera de que este domingo ante el
Mirandés el equipo muestre otra imagen y, sobre todo, gane el encuentro.
En caso de que no sea así, no podrá sostener más en el tiempo la continuidad del mister malaguista.
Gaspar, además, tiene que lidiar con la
última semana del mercado de fichajes. Y, al menos,
la intención es la de que se incorporen dos nuevos futbolistas a la plantilla costasoleña: un delantero centro y un centrocampista de corte defensivo. Trabajo, desde luego, no le falta.
Lo que sí tiene el máximo responsable deportivo es apoyos, tanto dentro como fuera de la entidad.
El último de ellos le ha llegado desde Brasil. "Hacía muchos años que el club no tenía una persona en la gestión deportiva como este señor. Por Manolo pongo no sólo la mano sino el cuerpo en el fuego.
Haga lo que haga tendrá siempre mi apoyo porque sé de sus principios y lealtad a este club".
El dueño de esas palabras es
Weligton, quien fuera defensa central y capitán durante muchos años en el Málaga y que, tras retirarse,
se ofreció para llevar la dirección deportiva junto a Manolo Gaspar. Ahora, desde la lejanía, muestra su apoyo a su amigo en sus momentos más difíciles.