De unas
maravillosas vacaciones en Fuerteventura disfruta en estos días el argentino Lucas Trecarichi, quien
a sus 31 años lleva más de cuatro años retirado de manera oficiosa del fútbol profesional, aunque lo cierto es que el balón le abandonó a él hace más de una década. Y es que
su salto a Europa nunca fue el esperado para una joven promesa argentina -otra de tantas-
que se la prometía felices cuando se incorporó al Leganés con 14 años al tiempo que era
conocido como el ‘nuevo Messi’.“Fue una mochila que me mandó al pedo”, dijo Trecarichi años atrás durante una entrevista con ESTADIO Deportivo al ser cuestionado sobre las comparaciones con el astro argentino. Ya había bajado a los infiernos en su carrera futbolística y deambulaba por el mundo en busca de oportunidades junto a un balón. De las más variopintas y muestras inequívocas de su declive como profesional.
Grecia, Bulgaria, Chile, Letonia, Guatemala… Poco o nada tenía que ver con sus prometedores inicios. Lucas Trecarichi tan
sólo tenía 14 años y no llegaba ni al metro y medio de altura cuando cruzó el charco para firmar por el Leganés procedente del River Plate argentino. Con tan sólo 13 años,
Lucas había sido elegido el mejor jugador del Mundialito sub 15 celebrado en Francia. Eso, lógicamente, hizo que muchos clubes pusieran los ojos sobre él. Entre ellos, el Villarreal y el Barcelona. Sin embargo, fue el Leganés el que gracias a un directivo amigo en común con su familia quien se llevó el gato al agua.
El conjunto pepinero le hizo contrato amateur hasta los 16 años, trayéndose a toda la familia a España, dándole un trabajo al padre y asegurándole billetes de avión para viajar a Argentina siempre que quisieran. Una oferta irrechazable que iría acompañada de
una cláusula de rescisión de tres millones de euros hasta los 16 años, momento en el que se multiplicaría por dos cuando firmara su contrato como profesional a los 17.
Víctor Orta fichó a Lucas Trecarichi para el Sevilla FC
Eso, sin embargo, nunca ocurriría, pues
años más tarde llegaría el Sevilla FC para incorporarlo a su primer filial a los 16 años en 2007. Víctor Orta, quien fuera secretario técnico de Monchi y mano derecha del de San Fernando durante aquella época
aprovechó el desplazamiento sevillista a Madrid con motivo de la final de Copa que disputarían y, a la postre ganarían, contra el Getafe para reunirse con Trecarichi y su familia. Ese mismo día quedaría cerrado todo, siendo anunciada su contratación semanas después.
Ya en la capital hispalense comenzaría el declive de su carrera. En su primer año apenas jugó tres partidos con el filial en Segunda, una suerte similar a la que corrió en su segunda temporada. Sin oportunidades, decidió salir, recibiendo la llamada de Ángel Cappa para ir a Huracán.
En 2009, Sergio Batista lo había convocado para disputar el
torneo juvenil Esperanzas de Toulon con la sub 21 de Argentina. Allí compartió plantel con otros futbolistas como Perotti o Banega, por aquel entonces en el Atlético Madrid. Argentina finalizó tercera y Trecarichi firmó un auténtico golazo ante Emiratos Árabes en la primera fase.
Sólo tenía 18 años y la experiencia en Huracán le sirvió para sumar “mucha experiencia”, volviendo de nuevo a España para enrolarse
a la Ponferradina en 2010. Tan sólo jugaría seis partidos, desvinculándose definitivamente del Sevilla FC.Sería en ese momento cuando comenzaría definitivamente el inicio del fin de Lucas Trecarichi, partiendo a Bulgaria para enrolarse al
CSKA de Sofía con el que jugó la Europa League, aunque se marchó por falta de pago.Tras varios meses de inactividad,
se sumó al Unión San Felipe de la segunda división chilena, donde debutó firmando dos goles. Tras un arranque prometedor, se acabó pinchando y quedó libre en julio. Su carrera ya entraba en barrena, alternando varios meses de inactividad en diversos periodos con experiencias en Grecia, Letonia, Guatemala…
Dede diciembre de 2018 no se le conoce equipo a un Lucas Trecarichi que actualmente suma 31 primaveras y que oficiosamente está retirado de los terrenos de juego. Un juguete roto del fútbol que llegó a Europa muy joven y al que el
Sevilla FC firmó del Leganés en busca de un gran negocio que, a diferencia de lo que haya ocurrido muchos años después con En-Nesyri, nunca ocurrió.