El Granada CF se plantaba este sábado en Mestalla con la intención clara: sumar tres puntos. No obstante, no sería sencillo, pues de las 25 veces que han visitado los rojiblancos el feudo valencianista, nunca han logrado la victoria. Por otra parte, el
Valencia llegaba al duelo como flagrante finalista de la
Copa del Rey, que disputará junto al
Real Betis en el Estadio de la Cartuja de Sevilla.
El once inicial, una vez más, lo modificó
Robert Moreno.
Pues ya van 27 distintos en 27 jornadas Nunca ha repetido el catalán, que introdujo tres novedades respecto al choque ante el Cádiz en el Nuevo Los Cármenes. Víctor Díaz, Montoro y Petrovic saltaron de inicio en un esquema que antes de comenzar hacía estar dubitativos a muchos aficionados sobre si podría repetir el 3-5-2 o apostar por un 4-3-3.
La escuadra de Robert Moreno fue superior en la medular, con un
Milla estelar que se vio ayudado por un jugador físico como
Petrovic, quien encajó a la perfección en el dibujo de Moreno. No obstante, los de Bordalás metían el miedo en el cuerpo al Granada en una acción en la que Marcos André envió el balón a la madera, y aunque el árbitro decretó fuera de juego, fue la más clara.
La mejor noticia en los rojiblancos fue
Njegos Petrovic. El serbio completó un primer tiempo destacado, en el que Milla deslumbró en parte gracias a él. Muy activo en ataque, atento en la medular y en defensa estuvo muy participativo; con mucha anticipación y sencillez a la hora de descargar.
Los rojiblancos, en un arreabto de rabia, recortaron distancias en una gran jugada por la derecha de Myrto Uzuni, cuyo centro al área se le escapó a Jaume y se introdujo el balón en su propia puerta para meter en la pela por los puntos al Granada.
Seis minutos después, la escuadra de
José Bordalás enterraría toda posibilidad de puntuar en Mestalla en una acción entre Torrente y Maxi Gómez en la que Pizarro Gómez primero señaló fuera de juego del futbolista del Valencia, para posteriormente ser advertido desde el VAR y rearbitrar en forma de un penalti más que extraño. Al lanzamiento fue Soler, que plácidamente convirtió para hacer el 3-1.
Tras una primera mitad más que aceptable, los nazaríes terminaron por hincar la rodilla en Mestalla,
un feudo en el que se le atraganta la victoria otra temporada más y donde el Granada termina por hundirse y queda a tres puntos del descenso. Y pueden ser menos si el
Cádiz vence mañana al Rayo Vallecano en su feudo. Los rojiblancos necesitan cambios, y urgentes.