"Es una desgracia, pero no un fracaso", dijo
Robert Moreno, técnico del
Granada CF, tras la eliminación de su equipo en la segunda ronda de la Copa del Rey en manos de un humilde Atlético Mancha Real, de la Segunda RFEF. Y si Robert Moreno tenía dudas de cómo catalogar lo ocurrido con los suyos, menos dudas tenían en Mancha Real, donde tenían claro que el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey era una auténtica fiesta. Y como tal lo celebraron.
El Atlético Mancha Real, un modesto equipo de Segunda RFEF, logró la gesta de eliminar al Granada en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey gracias al gol de José Enrique a los 21 minutos en un abarrotado estadio de La Juventud de la localidad jiennense, con más de 3.000 espectadores y gradas supletorias. El conjunto mancharrealeño supo aprovechar las reducidas dimensiones de su campo y el césped artificial para minimizar a un rival que ofreció una mala imagen y que solo en el segundo periodo tuvo ocasiones para empatar el partido.
El Atlético Mancha Real ahogó de forma literal al Granada en la primera mitad con las líneas muy juntas, una defensa firme y una pareja, la formada por Óscar Quesada y Juanma Espinosa, que gobernó el partido ante un Granada aturdido y que solo inquietó de salida con la explosividad con Arias y el disparo al poste de Monchu. Bacca y Montoro, en el añadido, bien pudieron aguar la fiesta, pero no fue así. Y tras el pitido final se desató la locura en La Juventud.
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