"Marimacho". "De esto jamás vas a poder vivir". "Si sigues jugando, ningún hombre va a querer casarse contigo". "¿Y tú no prefieres practicar un deporte más femenino?". Muchas de las jugadoras actuales han crecido escuchando este tipo de expresiones; en su círculo más cercano, en las gradas... Han tenido que lidiar con ellas y con hasta actos más nocivos. Incluso, en algunos casos, sus padres, madres o hermanos las han predicado alguna vez. Y han subsistido sin ningún apoyo más que
su propio amor por el balón. Pero siguieron batallando.
Luchando por su pasión: el fútbol. Fueron osadas. Y a día de hoy, con mucho superado,
continúan derrocando los horribles estereotipos que les acompañaron en su infancia.
Es lo que reivindican las periodistas
Inés Sánchez Osuna y Sara Portillo Maya, con quien
ED tuvo la suerte de contar, en
'Femenino. El fútbol que no nos quisieron contar', una obra que saldrá del horno, en un momento ideal de cocción, durante el próximo mes de abril.
Ambas han trabajado durante meses en un libro con el que desean
dar visibilidad a la figura de la mujer en el deporte rey. "Recoge las historias de dieciséis países y de infinitas jugadoras que lucharon a contracorriente por un sueño en común. Desde sus inicios han sido olvidadas, infravaloradas, ninguneadas y relegadas a un segundo plano. Da igual de qué país estemos hablando; en todos ellos han tenido que pasar por situaciones similares, partiendo desde
la propia invisibilización desde los medios de comunicación", explican.
"En sus páginas encontraréis
el camino de obstáculos que han seguido hasta cumplir su sueño, superando todas las trabas e incluso prohibiciones que les han ido incorporando en un viaje de supervivencia. De persistir a la sombra mientras los hombres se hacían con la gloria. Pero, después de muchas décadas de hostilidades,
los primeros rayos de luz se asoman al final del túnel y parece que cada vez están más cerca de abandonar el ostracismo", resalta, dejando claro, no obstante, que aún queda mucho por conseguir y que ellas quieren poner de su parte, con esta obra, para que el camino se acorte cuanto antes.